____ ____ ____ ____ ____ Oliver Laufer: October 2004

Thursday, October 28, 2004

El liberalismo y la realidad objetiva.

Cuando Adam Smith ensayó sobre por qué las naciones de Occidente se habían vuelto ricas y habían prosperado económicamente, llegó a una conclusión certera, y su razón radica en que el liberalismo y su sistema de mercado no son una teoría, no son un modelo que aún no se ha puesto en práctica. Adam Smith no postuló un supuesto, él simplemente observó como los países se habían vuelto más ricos y luego sacó conclusiones. Las teorías se basan en una presunción previa, y predican a su vez, los resultados de la misma. Es por eso que son teóricamente perfectas, porque, como modelo utópico, no tienen error alguno. Luego cuando se ponen en la práctica no funcionan, y como prueba de ello tenemos en la historia a la URSS y actualmente a Cuba y a Corea del Norte que no sufren el fenómeno de superpoblación, por lo que moralmente quedan más al descubierto que China que poco a poco está destapando su economía.

El capitalismo, por su parte, es una conclusión basada en la observación del funcionamiento de la realidad objetiva, no es una hipótesis, es la realidad misma del funcionamiento de la economía en cuanto a su capacidad de prosperar en la sociedad. La realidad no es perfecta, las teorías, al tratarse de conjeturas previas a una conclusión, sí lo son. Por eso se dice que una sociedad en la que el Estado está limitado hay desigualdades y pobreza, que son puramente subjetivas y dependientes a cada individuo. El liberalismo se basa, como punto de apertura en su práctica, en la igualdad de oportunidades que es la única igualdad que se puede anteponer en un contexto de libertad real. Al encontrarse en una situación de igualdad de oportunidades, cada individuo puede llegar hasta donde sus capacidades físicas e intelectuales se lo permitan o simplemente hasta donde desee llegar, siendo posible, pues, que cualquiera sin exclusión alguna pueda ejercer el oficio que desee y pueda enriquecerse lo mayormente posible si en ello se empeña. Al buscar el beneficio individual, respetando las reglas del mecanismo de mercado, se contribuye al beneficio de los demás miembros de la sociedad.

El mecanismo de mercado es lo que Adam Smith llamó la mano invisible. Su función radica en el movimiento de la economía, que a su vez depende de los individuos que intervienen en ella. Es, por tanto, el mercado y no el Estado, el que decide qué cantidad de productos puede ofrecer una empresa en función de la demanda y de la oferta. Si por ejemplo disminuye la demanda de un determinado producto y aumenta la demanda de un segundo producto, el precio del primero bajará hasta que se equilibre con la curva de mercado mientras que, como en la economía se administran los recursos escasos, el precio del segundo aumentará de manera que ambos, oferente y demandantes, queden satisfechos con la transacción realizada.

Para que la mano invisible funcione son necesarias empresas en manos de capital privado, por lo que, en el momento de demostrar el funcionamiento del liberalismo, Smith llegó a la conclusión básica de la doctrina liberal, que no es sino la existencia de la propiedad privada individual, no porque así lo quisiera, aunque en efecto es lo más justo. Pero fuera de lo moral y lo ético simplemente llegó a esa conclusión porque observó que de ese modo las naciones se habían vuelto mucho más ricas.

El liberalismo es una observación de la realidad objetiva, y la realidad no es siempre justa, pero como se ha demostrado, el liberalismo es el único sistema coherente de organización de las riquezas. Y no existe por ahora, ningún otro sistema que respete tanto a la persona, que funcione y que contribuya a la evolución intelectual y a la supervivencia inminente de nuestra especie en la actualidad y en el futuro.

Sunday, October 17, 2004

Castro, un amigo.

Que tortura tan injustificable la de Rodríguez que se ve obligado a no participar en lo que, como buen socialista, debería estar haciendo en estos momentos. Las pruebas de que vivimos bajo un gobierno socialista existen, del superávit al déficit hay sólo un paso de distancia -un partido político- y con él, un aumento sin precedentes del gasto público. Que dolor tan agonizante el del Presidente de la nación, sumido en la transparencia, cediendo a los que tanto han dado que llorar y tanto han dado que sufrir. Arremetiendo contra los suyos.

El Presidente amenaza, y las televisiones privadas (las mismas que en parte le dieron el triunfo), ahora sí tienen que cambiar. Lo tenían que hacer, tarde o temprano. Si no cambian su programación y continuan sin respetar el horario infantil, el Gobierno se verá “obligado” a intervenir. Lo dice, claro está, después de que la cadena privada de Berlusconi, Telecinco, decidiera pasarse a la imparcialidad. Algo así como si Chávez se convirtiera al neoliberalismo salvaje de la noche a la mañana. Una utopía, en pocas palabras. Y desconcierto total para los defensores de la llamada telebasura, que se ven obligados a pasarse al Islam porque se han quedado completamente solos en el mundo.

Mientras tanto en la Moncloa, las relaciones con Cuba siguen siendo positivas. Aunque nuestro Presidente se encuentra hoy en Balatonoszot, Hungría, el país que al anunciar que se retiraba del Pacto de Varsovia con ayuda de la ONU, y tras lograr la expulsión de las tropas rusas, se preparaba para ser invadido de nuevo por el ejército rojo que poco después iba a implantar en el poder a Kadar, un comunista de mucha confianza que se encargó de ordenar unos cuantos fusilamientos civiles para calmar a las masas de individuos.

Hoy nuestro Presidente está ahí celebrando la Cumbre de Líderes Progresistas. Aunque en Estados Unidos y España la desistencia cubana, o sea, los demócratas cubanos, han condenado la política exterior del Gobierno. La Asociación Cubana Española condena lo ocurrido ayer en un comunicado que afirma que "esto demuestra que Fidel Castro no está dispuesto a implantar la democracia y la libertad del pueblo cubano y que por tanto demuestra una vez más que no puede haber diálogo con Castro, por lo que la política del Gobierno español es un fracaso", según nos han demostrado algunos medios informativos, refiriéndose a la prohibición de entrada a la isla del diputado y secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moraga, ya que viajaba con Visa de turista. Ahora bien, con él viajaban dos parlamentarias holandesas que también se vieron obligadas a subir de nuevo al avión con destino a la Unión Europea, presidida durante unos meses por Holanda, por cierto. Los portavoces del PSOE ya se han manifestado al respecto, y según ellos, el diputado español y las dos parlamentarias holandesas se han buscado su expulsión de Cuba. No sólo eso, sino que fue un acto deliberado, plenamente preparado.

Según Gaspar Llamazares, quien obtuvo su licenciatura en La Habana, todo ha sido un plan del PP para boicotear el intento de mejorar nuestras relaciones con Cuba. En su próxima comparecencia al respecto seguro que implica a la administración Bush, argumentando que se trata de un plan meticulosamente planificado por la CIA para invadir la isla e implantar un espeluznante sistema de derechos individuales.

Trinidad Jiménez, la secretaria socialista de Política Internacional, lo ha atribuido a un simple intento del diputado popular de llamar la atención, por lo que el régimen castrista queda totalmente exculpado de lo ocurrido.

Según Rodríguez el plan sigue en pie. La UE debe mejorar sus relaciones con Cuba, que tras la presión de Aznar en 2003, por el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos, que logró que la UE cambiase su política exterior hacia Cuba, intenta hoy, que Europa retire las sanciones diplomáticas que llevó a cabo contra la tiranía castrista. De esa manera pretende exigir cambios al régimen comunista. O sea, que según Rodríguez, para que Cuba ceda a la tan aclamada libertad es necesario un fortalecimiento del régimen. Lo que a juicio racional de la lógica de cualquiera es una total estupidez de su parte.

Recuérdese su decisión de retirar las tropas de Irak, que según él, colaboraría en la democratización del país. Democracia que nunca habría sido posible, para empezar, sin la intervención previa de Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia contra el régimen de Husseín, que asesinó a un millón y medio de personas inocentes. Intervención a la que el líder socialista se opuso rotundamente, aunque luego sí quería colaborar en la democratización del país con la retirada inmediata de las tropas españolas del lugar. Asimismo pide a las demás naciones que están ahí, guarneciendo la libertad iraquí, que abandonen el territorio. Al-Qaeda lleva meses -tal vez años- en Irak y mata entre 3 y 60 personas diariamente, además de la llamada resistencia iraquí, muy bien equipada y lista para el ataque constante contra tropas y civiles de la coalición. De ese mismo modo, el nuevo Estado iraquí no tiene un ejército cualificado en estos momentos para mantener y defender la soberanía de la democracia en el lugar. EE.UU. lleva meses entrenando al nuevo ejército iraquí, pero éste aún no puede valerse por sí mismo, lo que significa que si todos los ejércitos internacionales que están en Irak se retirasen, el país quedaría sumido en la anarquía, y la recién recuperada democracia no podría sobrevivir por sí sola. Estallaría una guerra civil y las facciones simpatizantes al régimen se harían con el poder en muy poco tiempo. Lo que no es obstáculo para que el Presidente de la nación pida la retirada de todos los países ahí presentes y fortifique el espíritu terrorista con la retirada de España ante el chantaje terrorista del 11 de marzo y las movilizaciones, por la capital española, de los jóvenes pacifistas adictos al jachís.

Ahora pide, nada más y nada menos, que mejoremos nuestras relaciones con un régimen que puso cabezas nucleares listas para ser disparadas contra las ciudades más importantes de América. Una dictadura que lleva 45 años implantando el miedo, violando las libertades individuales; un régimen que abolió por completo la propiedad privada, el derecho y la libertad. Hay cientos, miles de condenados por el simple hecho de no ser comunistas, por discrepar con la dictadura, por creer en la libertad y en la democracia. Más recientemente recordemos los fusilamientos de quienes intentaron escapar de la tiranía castrista. Y hoy Rodríguez quiere que seamos amigos de un tirano, hoy quiere que ayudemos a un tirano y que colaboremos con un régimen que ha matado a miles de personas y, a su vez, con una ideología que ha matado a unos cuantos millones más. Eso, nada más que eso, pretende hoy el Presidente del Gobierno. No hay nada que decir al respecto. Que Dios, si existe, le perdone por ello.

Saturday, October 16, 2004

Redada lógica. Las 192 razones de Zapatero.

Rodríguez fue víctima de una redada lógica. Tardó en reaccionar, y cuando lo hizo, ya era muy tarde. Se había convertido en el Presidente de la nación.
En la primera rueda de prensa una periodista norteamericana intentaba, a como diera lugar, realizarle una pregunta al recién electo Presidente. Lo logró:

-El hecho de que un atentado terrorista logre cambiar el resultado de las elecciones ¿no supone eso una victoria para el terrorismo?

A lo que el presidente Rodríguez contestó que “estaba claro que los españoles querían cambio.”

En efecto, claro estaba. Pero ¿querían los españoles cambio antes del 11 de marzo? ¿Querían cambio después de saber que habían terroristas suicidas que viajaban –según el PSOE y la Cadena SER- en el los trenes de Cercanías? ¿Antes o después de las manifestaciones ilegales de la No Logo en el día de reflexión ante la cede del PP? ¿O tal vez en el día del golpe de Estado organizado por el partido gobernante para aplazar las elecciones? Seguro que fue cuando el Ministro del Interior mintió afirmando que el atentado era obra y gracia de ETA. Sin duda alguna, el plan perfecto. El PSOE había pactado con los nacionalistas catalanes, y estos a su vez, con líderes del grupo terrorista en Francia. Que ETA acabase de asesinar a cientos de madrileños inocentes iba a ser un golpe bajo para los socialistas.

La respuesta a la primera pregunta es de sentido común y no hay prueba más fiable que las encuestas realizadas por los distintos medios informativos que he tomado prestadas de Libertad Digital:

El ABC del 29 de febrero daba al PP el 44,2% de los votos (174-177 esc.), y al PSOE el 37,2% (133-139 esc.). Antena 3, por ejemplo, pocos días antes, daba al PP el 43,5% de los votos y al PSOE el 35,4%. El diario El Mundo del 8 de febrero daba al PP el 44,3% y el PSOE obtenía el 34,8%. Pero esa es la derecha, así que mejor acudir a medios de ideología más progresista:

La Vanguardia del 15 de febrero, diario catalanista y socialista por excelencia, daba al PP el 42,6% mientras que al PSOE sólo le dejaba un 36,5% de los votos. La Cadena SER, semanas antes de difundir que terroristas islámicos se habían inmolado en los trenes de Cercanías, daba al PP el 44,5% de los votos y al PSOE un 34%. Eso fue varias semanas antes de la masacre terrorista, pero el 8 de marzo, es decir, tres días antes de los atentados, el diario El Mundo publicaba su última encuesta previa al atentado y a las posteriores elecciones que se celebraban en menos de una semana. Los datos daban al PP el 42,3% de los votos y al PSOE el 37,6%. El día anterior El País daba el 42,8% al PP y el 37,2% al PSOE. La mañana del 11 de marzo todo sería confuso. En los días posteriores, todo sería mentira.

Durante los días 11, 12, y 13 de marzo, la Cadena SER y portavoces del PSOE se encargaron de transmitir activamente la última noticia: en los trenes de la muerte viajaban terroristas suicidas que se habían inmolado matando a cientos de inocentes. La encargada forense del IFEMA tuvo que instar, en rueda de prensa, que era rotundamente falso que entre las víctimas se encontrase algún terrorista suicida. No había indicios de que se hubiera producido un atentado de ese tipo. Para llegar a dicha conclusión los forenses tuvieron que ir pieza por pieza, suena duro pero fue exactamente así como lo hicieron, y en el momento de confirmar que no habían suicidas entre las víctimas ya la otra noticia había hecho eco en toda España.

Asimismo en el día de reflexión, o sea, el día previo a las elecciones generales, deciden organizar manifestaciones ilegales ante las cedes del PP. Citándose a través de mensajes de texto en teléfonos móviles, argumentando que si Urdaci acudía ese día a su trabajo, ellos tenían el pleno derecho de manifestarse en un día donde queda suspendido todo acto gubernativo, y que todo tipo de huelga o manifestación es ilegal, sobre todo si es de carácter político.

Urdaci, presentador del Telediario de TVE, fue acusado de manipular la información a favor del gobierno, convirtiéndose en un nuevo NO-DO losantino de influencia fascia, por no decir conservadora, ni mucho menos liberal.

Ahora bien, excluyendo por ejemplo al diario El País y a la Cadena SER, para el 11 de marzo se podía encontrar el izquierdismo más cínico en la misma televisión privada, en Telecinco para ser más preciso, cuyos informativos eran claramente partidarios del PSOE, siendo la cadena televisiva con mayor audiencia de todo el país, con una programación limitada, en su mayoría, a reality-shows y a todo lo relacionado con la llamada prensa rosa. Sus programas pueden alcanzar, y superar con creces, los tres millones de teleespectadores en una tarde. Entonces, el hecho de que programas como Crónicas Marcianas sea de izquierdas, critique de manera tangente al aquel entonces gobierno de la nación y sea claramente antiamericano ¿no influye en la toma de decisiones de los nuevos jóvenes votantes de ideología incierta, fácilmente manipulables en su mayoría? Estamos hablando de uno de los programas con mayor audiencia y que la mayor parte de sus espectadores son los más jóvenes del país. Irónicamente en las pasadas elecciones generales hubo dos millones de nuevos votantes y el PSOE ganó por una ventaja de dos millones de votos, lo que no significa que todos los jóvenes hubieran tirado a la izquierda ni mucho menos. Pero los medios de información son claramente decisivos e influyentes, y Telecinco puede influir más en un resultado electoral con su partidismo en horas de máxima audiencia, que otras cadenas públicas cuyo telediario no alcanza la audiencia de la gran cadena privada, excepto en los días de fútbol.

Las manifestaciones del 13 de marzo fueron anticonstitucionales y colaboraron en profundizar el caos que habían creado los malentendidos informativos del 11 y 12 de marzo y las mentiras que en plena era informativa daban la vuelta a España en tiempo real y se convertían en portada de los periódicos más sensacionalistas de Francia, aunque no del mundo. Además, dichas manifestaciones fueron televisadas por doquier, y así, en ese vaivén de sofismas pragmáticos, la nación se preparaba votar por un cambio, que ante el ansia de llegar de donde había salido casi una década atrás, dejando un claro ambiente turbulento, afirmaba ese día que, en efecto, el fin en ese caso, justificaba los medios. Y no quedaba nada más que brindar por la victoria, por hacer creer a la masa que los manipulados eran aquel día los manipuladores. Y el mundo entero era testigo de lo que estaba pasando.

Por otro lado, entre los asistentes a la tan aclamada manifestación de Madrid, estaba por ejemplo, Boris Isaguirre de Crónicas Marcianas, acompañado de una multitud de jóvenes universitarios, con carnet en la frente, cuya arma ideológica más significativa eran las banderas de la república que ondeaban con fuerzas necesarias para seguir ahí, en una calle que en ese momento debía estar vacía. Dos políticos socialistas defendieron el hecho de haberse manifestado argumentando que se encontraban en su derecho constitucional de hacer manifestación o huelga pública como ciudadanos españoles, sin importancia, por tanto, de que ese día estaba absolutamente prohibido. Gaspar Llamazares, líder de Izquierda Unida o Izquierda Verde o lo que actualmente sea, admitió orgulloso que él había participado en el envío de mensajes que convocaba dichas reuniones. Y eso no fue, según ellos, manipulación alguna.

El director de Cine Pedro Almodóvar, se vio influido por la lógica Moore, es decir, fue partícipe de uno de los ataques a la razón más vergonzosos de los momentos posteriores al atentado.

Los artistas en España tienen una voz y un voto importantísimos ante la masa. Que en Europa ser cineasta, poeta o músico implica en cierto modo, en la mayoría de los casos, ser antiliberal, y por consiguiente antiamericano, es algo de dominio público y nadie lo pone en duda. No es así en todas partes, no es así en todo momento; somos a pesar de todo individuos, y nuestros gustos y querencias son claramente subjetivos. No por pertenecer al grupo de artistas de un país significa que ya de por sí se sea socialista, o lo mismo pero en un sentido más adverso, comunista. Pero en España casi todos los artistas, y sobre todos los relacionados con el cine y la televisión, lo son. Y no es algo que se tenga que ver necesariamente en las manifestaciones en contra de la intervención aliada en Irak, sino más bien en los mítines políticos de los partidos donde un gran número de artistas milita orgullosamente.

Almodóvar dijo que el PP había organizado un auto-golpe de Estado para cambiar la fecha de las elecciones ante una derrota asegurada. El PP optó por ponerle una querella si no retiraba sus acusaciones. Se vio obligado a pedir disculpas públicamente, argumentando que lo había hecho en broma y que entendía que eran momentos difíciles para el país.

En el momento de producirse el atentado toda España, o casi toda, estaba completamente convencida de que se trataba de un atentado de ETA, exceptuando a los líderes de la ilegalizada Batasuna, que seguramente ya habían mantenido contacto con terroristas vascos después del atentado y estos le habían reiterado que la carnicería de Madrid no era obra de ellos. Las razones por la que el gobierno mantenía dicha teoría eran claras, y en ese momento la posibilidad de que se tratase de terroristas islámicos, supuestamente entrenados por Al-Qaeda (ahora se sabe que no fue así) era mínima. ETA tuvo dos intentos fallidos de ataque, en la nochebuena del 2003 y en febrero del 2004, cuando la policía interceptó una camioneta con 500 kilos de explosivos. Recordemos que el 11 de marzo se usaron 150 kilos. Ambos atentados se iban a perpetrar en Madrid, el destino de uno de ellos era la estación de trenes de Chamartín. El grupo terrorista estaba moralmente derrotado y se sabía que el próximo atentado era cuestión de tiempo. Eso no lo es todo, el modus operandi era el de ETA: recordemos el caso de 2003 en que colocaron una mochila con una bomba en un tren TALGO y también la oportunidad en que se repartieron los folletos que ordenaban boicotear a RENFE. Además, por error, el gobierno fue informado de que el explosivo usado en Madrid era el mismo que desde siempre habían utilizado los etarras para cometer sus atentados terroristas. En la Comisión de Investigación se llegó a la conclusión que fue error de los mandos policiales. El Ministro del Interior hacia comparecencias ante los medios de comunicación constantemente, cada vez que llegaba alguna nueva información. El CNI se vio obligado a desclasificar los informes sobre la autoría del atentado donde se inculpaba a ETA, por las razones anteriormente citadas. Dichos documentos están en todas partes. Todo estaba claro. Cuando apareció la prueba que acentuaba la hipótesis del terrorismo islámico, el Ministro del Interior ordenó mantener ambas vías de investigación activas, informando a la nación todo el desarrollo de los hechos de manera constante. La única consecuencia que obtuvo a cambio fue una rebelión ideológica que anteponía el fanatismo, y que lo poco probable lo convertía en obvio, así fuera totalmente ilógico.

De ese modo, las elecciones, a pesar de todo, las ganó el terrorismo. Hay 192 razones por las que ahora tenemos un gobierno socialista, y la primera de ellas es la mentira de quienes van diciendo por ahí que la forma más lógica de luchar contra el terrorismo es a través de la igualdad de sexos… y el claro apaciguamiento ante los tiranos del mundo.

Monday, October 11, 2004

Las falacias del Occidente subjetivista

El Presidente Rodríguez es un hombre transparente, plural, y claro está, liberal, a veces tanto que ni se distingue entre las masas de contra-individuos. Pudo acusarse a líderes anteriores de tener una personalidad excéntrica y fría pero al menos eran perceptibles empíricamente, todavía algunos lo son. Y como buen ciudadano espero ver al Presidente Rodríguez como profesor universitario (de la Sorbona quizá) o al Ministro Económico don Pedro Solbes como guardián de la economía mundial. Hay tres maneras principales de corregir el déficit público (aumento de impuestos, emisión de dinero y emisión de deuda pública) todas con una clara contraprestación negativa. El Ministro Solbes en su afán de contrastar sus ideales socialistas-libertarios optó por la más lógica, racional y austera: la cuarta vía. Por lo que, posiblemente, ese déficit de magnitudes Gonzalísticas no se corrija hasta que llegue la era Rajoy, si es que llega. Se pone de moda, además, la mala adecuación de la terminología política en cuanto a posturas ideológicas. Vamos a estar claros en dos de ellas, desde siempre los socialdemócratas americanos han sido llamados liberales, y los liberales, conservadores, que si profundizamos un poco más puede que en algún lugar se les trate de libertarios. A los liberales internacionalmente siempre se les ha dicho, de buenas a primeras, capitalistas. Obvio está que para hacer oposición a un término que incluye la palabra libertad hay cierta hostilidad en el momento del ataque; es mucho más complicado lanzar falacias contra un liberal que contra un capitalista, dueño del capital y enemigo de las masas de obreros hambrientos. Pero ahora que en España la izquierda siempre ha sido izquierda, es algo de lo que todos estamos claros. Los socialistas son socialistas y muchas cosas más que no coloco aquí para mantener el talante. Pero que el único partido liberal de una nación sea de derechas es obviamente una clara ofensa ideológica para no decir que es el único partido liberal de la nación. Los demás serán nacionalistas, socialistas, ecologistas-comunistas, catalanistas o terroristas pero no liberales, o sea, no son la derecha. La derecha es fascista. Franco era un fascista y Hitler también, así que el partido liberal es fascista y sus lideres son nazis, es decir –aunque sea contradictorio- que sus líderes son nacional-socialistas. Superávit, pleno empleo, lucha antiterrorista, liberalización, puros términos claramente nacional-socialistas. Lo peor llega con la maquiavélica guerra contra la sutil nación iraquí. Presidida por Saddam Hussein, quien no es nazi y que invade un país vecino y se sumerge en una guerra de 10 años por cuestiones ideológicas, aunque no nihilistas, por las que mueren un millón de personas. Es decir unas 10 u 11 bombas lanzadas sobre Hiroshima. Después de eso invade otra nación por cuestiones petrolíferas en una guerra en la que se dice que murieron más de doscientas mil personas, pero aún así no es un nazi, contrapone, si se supiera, el hecho de que asesinaba a miembros de su partido antes de que se convirtieran en una molestia, y a sus familias también. Una técnica claramente estalinista, o sea, no-fascista. Ordena el exterminio de las étnias Chiíta y Kurda, que no judíos ni gitanos, bombardeándolos con armas químicas de destrucción masiva compradas a Alemania occidental y a la España de González, que tiene un gran sentido del humor, arrojadas desde sus rápidos Mirages comprados al aquel entonces Primer Ministro francés Jacques Chirac, con un millón de dólares de descuento por unidad, y los supersónicos Migs cedidos por la ya desmantelada Unión Soviética, actualmente Federación Capitalista, víctima del terrorismo internacional, aunque con cierto aire de apaciguamiento. Mueren pues, unos cien mil kurdos y otros miles de Chiítas, la gran mayoría mujeres y niños, pero asimismo eso no es suficiente para sacar al tirano del poder, acabar con un régimen asesino de carácter hereditario hacia unos hijos que eran el doble de asesinos y que tenían al menos unas cuantas decenas de palacios de lujo, comprados con el dinero nacional para hacer fiestas con acompañantes femeninas traídas de alguno de los antiguos satélites soviéticos. Un régimen de terror que se ha burlado de todas las instituciones internacionales, burlado de manera claramente descarada ante sus narices apaciguadoras. Cuando alguien decide pasar a la acción es acusado de fascista. Es entonces cuando salen los jóvenes del No Logo, adictos a la Mtv, por las calles con banderas arcoíricas, tricolores y palestinas a manifestarse en contra de la libertad que tanto alardean. Ellos, la masa, son quienes tienen razón y no los líderes "democráticos" que bombardearon un país inocente, esos fascistas que desembarcaron en Normandía para acabar contra su propia ideología en Europa, y que sacrificaron a unos cuantos cientos de miles más por la libertad mundial. O si no, toda la realidad, si es que existe la realidad, es desvelada por un Michael Moore sobrecargado de la tan criticada trash-food cuyas premisas echan por tierra siglos de evolución filosófica y política. Ya no hay ironía. Se puede tratar ese comportamiento de forma irónica, pero la ironía en ese caso no existe. Quienes evocan dichas premisas lo hacen muy enserio. Algunos presiden naciones importantísimas. Podríamos detenernos y decir que el Presidente Rodríguez es Presidente por 192 razones, y que cada una de ellas viajaba en la madrileña red de cercanías la mañana del 11 de marzo de 2004, podríamos dar pruebas objetivas, sólidas y empíricas de que eso es así e incluso de esa manera seríamos acusados de fascistas. ¿Dónde está entonces la razón, la verdad, la coherencia? Ayn Rand se estaría revolcando en su tumba de tantas premisas dogmáticas, fanatistas y subjetivistas que actualmente rigen el mundo, que actualmente intentan, contra viento y marea, regir el mundo. Digo que son las falacias de un Occidente subjetivista y no utilizo los términos irracional o izquierdista, porque con un mínimo de comprensión lógica acabaríamos con toda su carga ideológica. Podríamos detenernos y decir que todos somos fascistas, así leamos Mein Kampf, el Manifiesto Comunista o la Riqueza de las Naciones. Y hay incluso quienes nos creerían.

Sunday, October 03, 2004

Un Credo

Con este blog, mi única intensión es la de crear un espacio virtual, donde pueda expresar con un punto de vista objetivo, ideas, opiniones y artículos relacionados con el mundo de la política, la filosofía y temas de actualidad, todo ello ligado a la idea de libertad, haciendo por tanto, un claro énfasis en nuestras libertades individuales.
Creo en el Ojetivismo y en el Realismo como corrientes filosóficas; creo en la razón, en la coherencia y en la objetividad de las cosas. Creo en la igualdad de derechos y de oportunidades, en el Sistema de libre mercado, en la libre elección. Creo y defiendo la libertad y la democracia.
Intentaré que todo lo que aquí escriba tenga como base previa mis ideales.
Intentaré ser lo más objetivo posible y, que todos mis lectores -conocidos y no conocidos- puedan pasar un rato pleno.