____ ____ ____ ____ ____ Oliver Laufer: March 2005

Thursday, March 31, 2005

Desde Venezuela

La gente en los aviones acostumbra a rezar durante el despegue y el aterrizaje, mucho más durante los vuelos largos. Yo no lo hago.
En el aeropuerto de Maiquetía, al aterrizar, sí rezo, y si alguien que no cree reza es porque con algo se espera. En Maiquetía me invaden las moscas, dos horas de espera en inmigración y otra hora más para que llegue el equipaje. Luego, camino a Caracas, el panorama de la espectacular y desecha obra de ingeniería que es la carretera de Caracas – La Guaria es invadida por pequeñas banderas de Venezuela y de Irán, que recorren toda la autovía hasta salir del Estado Vargas. Antes de eso una buena colección de carteles: “¡Bienvenido presidente Jatami!” júbilo nacional por la visita del presidente iraní a la República Bolivariana de Venezuela, quinta república de la que fue una vez una colonia española, una Gran Colombia, unos Estados Unidos de Venezuela, una República de Venezuela. Una democracia.
Al entrar en Caracas aparece un enorme barrio de chavolas, inmenso, pequeñas lucecitas que se funden en la noche, lamentablemente millones de ellas. Se recomienda subir la ventana y poner el seguro a la puerta. El barrio se funde con una urbanización de modernísimos edificios de oficinas que dan un extraño contraste a la ciudad. El contraste de nos dice que existen dos Venezuelas, la divergencia, la convivencia: los famosos dos bandos.
Mi primer interés es el de indagar en la prensa venezolana. Los periódicos son ahora mucho más delgados que hace unos años atrás. La respuesta es fácil: ya no hay mucho que hacer, y la censura recientemente enmendada por el gobierno no permite que se diga mucho tampoco. Si hay algo llamativo en mi camino a casa son las pintadas callejeras, lo que en Europa conocemos como gamberrismo o, en el más tolerante de los casos, como “arte urbano”, en Venezuela se traslada a la más radical propaganda política. Desde el apoyo a grupos armados, como los Tupamaro, financiados por el comandante en jefe, hasta los distintos diputados chavistas, que no son, a primera vista, del todo Tupamaros. Al llegar a casa pasamos el cerco eléctrico de dos metros de altura que un gran número de viviendas de la capital tienen. Reviso la prensa de nuevo, y ya inmerso en la nada, me entra poco a poco el síndrome de Larra: como don Mariano, de pie frente al espejo, me lo pienso dos veces antes de cometer alguna locura. Mejor escribo un artículo antes, ya no hay libertad de armas… el gobierno bolivariano ejerce un férreo control sobre ellas. En fin, manos a la obra, digo sin mucho talante y ánimos.

La prensa en Venezuela no está dividida por las ideologías políticas. Más bien, y me ha impresionado, hay una pluralidad asombrosa en los diarios nacionales, una pluralidad, estemos claros, antichavista, que no por eso deja de ser plural, ni mucho menos deja de ser democrática. Los dos principales diarios venezolanos son El Universal y El Nacional, ambos son excelentes periódicos, nada hostiles a los artículos de opinión de lectores y colaboradores, y con excelentes artículos políticos, en el caso de El Nacional, y asombrosos artículos de Análisis económico y social en El Universal.
Venezuela, por su parte, no sigue igual que en mi última visita. Cada día, lamentablemente está peor, política, económica y socialmente. Me basaré, para este artículo, en datos de mis anteriores artículos y nueva información adicional que he encontrado a lo largo de estas dos semanas de estadía, así como lo que he visto, que lamentablemente, en la mayoría de los casos, me nubla los ojos, por tanto desperdicio de potencial. Porque si hay algo que este país tiene y que cada día me asombra más son sus gentes, víctimas del espacio y el tiempo.

Hasta el 2021.

El régimen de Hugo Chávez es utópico, es utópico porque es un régimen socialista y el socialismo es una doctrina imposible. Esta premisa se basa, muy a pesar del pensamiento en masa, en hechos objetivos e históricos, y se basa también en la propia historia corriente de la actual Venezuela. Según Hugo Chávez, en el 2021, Venezuela, a través de su sistema de gobierno de nuevo socialismo, habrá llegado a la pobreza cero. El nuevo socialismo chavista, según Rangel, el socialismo del siglo XXI, promueve la propiedad privada hasta su fin más último para que todos los venezolanos tengan una vivienda digna. La única forma de acabar con la pobreza en el país es a través de las ayudas sociales gubernamentales y los planes de colaboración de ayuda social, como lo son la Misión Robinson, la Misión Rivas y la Misión Barrio Adentro: planes de alfabetización y de ayuda al progreso social que cuentan con el apoyo directo de la dictadura cubana, principal aliada de Chávez. “Hay que apurar el paso y hay que ser más eficientes en la lucha contra la pobreza. En el 2021 habrá pobreza cero.” Señalaba Chávez en su programa de televisión “Aló Presidente”. La realidad, lamentablemente, es muy distinta:

Pobreza real.
En 1999 cuando el régimen de Chávez no tenía ni un año en el poder, la pobreza era del 42,8% (1999), mientras que a finales del año pasado era del 53% (2004), esto sin incluir que en el primer trimestre de ese mismo año la pobreza rozaba el 60,1% (2004) de la población total venezolana.

Pobreza extrema.
Hace 6 años la pobreza extrema, cuyas condiciones de vida son las de subsistencia, era del 16,6% (1999), actualmente es del 25% (2005). Esto significa que la cuarta parte de la población venezolana no tiene dinero suficiente para comprar sus alimentos básicos.

Sueldo mínimo.
Actualmente el sueldo mínimo de los venezolanos, esto es, de la gran mayoría de los venezolanos, es de 321.235 bolívares (115 euros), pero la cesta básica de la comida en febrero de 2005 fue de 349.369 bolívares (126 euros) por persona. En una enorme parte de los casos, muchas familias subsisten con el sueldo de uno o dos de sus miembros. Tienden a ser familias muy numerosas, de seis y siete hijos, familias que necesitarían cerca de tres millones de bolívares (2.792.000) para alimentar insuficientemente a cada uno de sus miembros. En 1994, 349 mil bolívares –la actual cesta básica- equivalían a 350 dólares americanos. La devaluación, que se ha acentuado vertiginosamente en el régimen chavista, ha convertido a la moneda venezolana, moneda del quinto productor de crudo del planeta, en papel nulo, sin valor alguno.

Desempleo.
La tasa de desempleo alcanza un 14% de la población total que es de 23 millones y medio. La población activa es de 15 millones. Esto es, el desempleo alcanza el 24,7% de la población activa. En 1998 el desempleo sólo alcanzaba el 11% de la población activa. Hoy alcanza casi el 25% gracias a la política económica del régimen, su situación internacional, el escaso interés por la inversión privada y la total falta de capital.

Chávez pretende que en el año 2021, Venezuela, un país que desde su nacimiento e independencia nunca ha tenido pobreza cero, alcance esta utópica situación en 16 años. Pretende, a través de sus políticas, que son un completo desastre, políticas que han sumergido a Venezuela en la autarquía y en la pobreza extrema, llevar a este país, en el año 2021 a la pobreza cero. En los 6 años de mandato de Hugo Chávez la pobreza ha crecido 10 puntos: del 42,8% en 1999 al 53% en 2004. No ha disminuido aún nada.

Inseguridad.
Según Iraq Body Count, desde la intervención aliada en Irak en 2003 hasta hoy, han muerto cerca de 18 mil personas. Sólo en el año 2003 en Venezuela ha habido 11.330 asesinatos a nivel nacional. En Venezuela mueren asesinadas cada año más personas que en Irak durante y después de la guerra. Esto significa que en Venezuela hay cerca de 31 homicidios al día; 1,3 homicidios por hora. La cifra de 2004 puede haber aumentado en 1.000 homicidios más. Irónicamente, los medios oficiales, el INEV, no dan una cifra de asesinatos ocurridos en 2004 todavía.
Desde que Chávez asumió el poder en 1998 los asesinatos dentro de Venezuela han aumentado un 142%. Más escalofriante es cuando descubrimos que desde 1992 los homicidios han aumentado un 228%. Esto significa que desde que Chávez asumió el poder han muerto más de 50 mil personas asesinadas en territorio venezolano. Más personas que en los tres anteriores gobiernos juntos. Desde que Chávez asumió el poder en cada año de su mandato mueren asesinadas mil personas más que el año anterior. La cifra no ha disminuido en nada.
Los secuestros alcanzaron los 296 en 2003. En 1998 la cifra fue de 57 secuestros. Desde la entrada de Chávez al gobierno, los secuestros han aumentado un 150% más que en el anterior gobierno de COPEI. Ha habido también 36.033 robos de coches en 2003, frente a los 14.424 de 1998.

Carreteras.
Los coches no se detienen en los semáforos, no por querer incumplir una ley o por prisas, sino por el peligro que corren de ser asaltados al estar mucho tiempo detenidos en un semáforo. Hay controles policiales por todas partes, sobre todo en esta época del año. Muy pocos utilizan el cinturón de seguridad y cualquier infracción puede amortiguarse con un simple soborno, a veces casi obligatorio, a las fuerzas de seguridad del Estado venezolano.
Maravilloso sí es el precio de la gasolina, que para llenar un tanque medio, con gasolina de 95 octanos se necesita poco más de 1€, mientras que en España necesitaríamos 40 o 50€. El estado de las carreteras es lamentable, hay grietas por todas partes y el tráfico en el centro de Caracas es hasta cuatro y cinco veces peor que el madrileño. Un gran número de coches circulan sin matrícula y con un solo faro funcionando. También es fácil obtener un carné de conducir falso por poco más de 20€. A quien le guste la aventura, le gustará conducir en Venezuela.

El gobierno Bolivariano avanza.
La propaganda chavista está en todas partes; muchos edificios que antes pertenecieron a PDVSA (Petróleos de Venezuela) actualmente son universidades bolivarianas chavistas, en las que cuelgan enormes pancartas contra el “imperialismo y el intervencionismo.” Irónicamente están hablando de Estados Unidos. La primera vez que leí una pensé que eran contrarias a Chávez y su imperialismo intervencionista, casi pueblerino. No de corte obrero como la mayoría de los movimientos de masas, ni de corte campesino, sino en pro de los delincuentes, de los analfabetos, de los que no tienen estudios. Chávez juega con el resentimiento social de la clase más baja de los venezolanos. Culpa de la pobreza a la Venezuela “escuálida”, a los “opresores” inmigrantes europeos, que son, a mi juicio, tan o incluso más venezolanos que los seguidores de Chávez, quienes aún no saben que es el socialismo.
“El gobierno Bolivariano avanza”, dice la propaganda chavista. Y al darme la vuelta tres niños juegan descalzos al fútbol con chapitas de Coca-Cola en pleno centro de Caracas; otro, de 7 años tal vez, pide dinero en un semáforo cargando a su hermanita de 3. “El gobierno bolivariano avanza” mientras Venezuela se pudre en la delincuencia y la pobreza. Desde afuera la izquierda apoya al “gobierno bolivariano que avanza” sin tener ni la más remota idea de lo que ocurre aquí adentro. El gobierno bolivariano avanza tan sólo para quienes quieran creerlo. En eso consisten las utopías.

Diplomacia y Relaciones Internacionales.

Hace cuatro días bajaba de nuevo a La Guaira para ver los resultados de las inundaciones de 1999 en las que murieron cientos de miles de personas. Chávez no quiso cerrar los colegios electorales durante las lluvias, que duraron tres días. El Estado Vargas es uno de los que tenía mayor número de simpatizantes chavistas. En mi camino me encontré con una nueva pancarta: “Bienvenido presidente Zapatero. España solidaria y plural en la Venezuela bolivariana.” La carretera de nuevo se fundía con pequeñas banderitas casi negras por el monóxido del Reino de España y la República Bolivariana de Venezuela. Rodríguez ha intensificado sus lazos con la Venezuela Revolucionaria y con la dictadura cubana. Según la teoría del gabinete español, fortalecer la dictadura cubana apaciguando las sanciones europeas, provocará que el régimen se desmorone. También ha mejorado sus relaciones de manera fantástica con Hugo Chávez, el golpista revolucionario que mata de hambre a sus votantes y que deja que estos se maten entre ellos, el mismo Chávez que salvaguarda guerrilleros dentro de su país, el mismo que sabe que aquí hay etarras trabajando como mesoneros en clubes españoles y no hace nada. La venta de algunos helicópteros para contraponer a Colombia; la visita, casi secreta, del ministro de defensa y algunas palabras de elogio indirecto desde el viejo continente. ¿Quién es Aznar? -diría un Chávez sonriente: Aznar es el que nunca apaciguó ni colaboró con los dictadores. Bush en cambio es inolvidable.

Estoy en Venezuela y durante lo que he tardado en escribir este artículo probablemente han asesinado a cinco personas a nivel nacional. De hambre habrán muerto algunas otras, cientos habrán sido atracados. Y de nuevo, como don Mariano, me coloco frente al espejo sin pistola alguna. En un país donde mientras más control de armas hay, más asesinatos también. Y, como Fígaro, vivo unos minutos más bajo la piel de un venezolano, lamentándome de toda la belleza y el potencial perdido por culpa de lo imposible. Espero ansioso el 2021.

Wednesday, March 09, 2005

II República en la actualidad y el voto femenino

Tras recibir algunos comentarios en mi anterior artículo sobre el Día Internacional de la Mujer, en los que algunos lectores afirmaban que es falsa la reseña en la que indico que la izquierda española fue la principal opositora de que la mujer pudiera ejercer el derecho al voto durante la II República, me he propuesto a reafirmar mis aseveraciones y demostrar cuales son las falacias que rodean este tema.

La actualidad, lamentablemente, está invadida por los prejuicios históricos. Este hecho objetivo en este tema, casi en su totalidad, se limita al contexto español. En esta ocasión no profundizaré sobre el antiamericanismo porque sería desviar el artículo a un tema mucho más complejo. Simplemente pretendo desmantelar las malas asociaciones históricas que en la actualidad entrelazan distintos valores dentro en un contexto erróneo.
La II República en la actualidad, por una gran mayoría, está directamente ligada a la izquierda. Esto se debe a un fallo histórico lamentablemente generalizado. La República no tiene ningún fundamento izquierdista. Un sistema republicano es el método de constitución del Estado más democrático existente, porque cada uno de los miembros que lo conforman es elegido a través del sufragio universal directo. En España, la II República comenzó con un gobierno provisional mixto conformado por los distintos partidos políticos de todas las ideologías: estaba desde Niceto Alcalá Zamora a la cabeza, hasta Manuel Azaña en alguno de los ministerios. Así hasta producirse las primeras elecciones generales. Elecciones que ganaron los socialistas con 115 escaños, este gobierno, en las siguientes elecciones, fue precedido por uno de derechas encabezado por la CEDA también con 115 escaños, y finalmente el último gobierno republicano fue el del Frente Popular, una coalición de partidos políticos encabezados por los socialistas. Recordemos que las Juventudes socialistas y las comunistas se fusionaron. Comenzaba la guerra civil española.
A lo largo de todo este proceso democrático, los liberales actuaron como fuerza intelectual que no política. La Agrupación al Servicio de la República obtuvo en la segundas elecciones republicanas tan sólo doce escaños y los Liberales Demócratas nada más que dos escaños. Esto supuso la desaparición de lo que en España llaman centro, actualmente dentro del lenguaje peyorativo directamente asociado con la derecha, ante la inexistencia de una derecha como tal. Por lo que izquierda-centro-derecha suponen errores terminológicos en la concepción política, errores que profundizaré en algún otro artículo.
Esta asociación que se hace hoy día de República = Socialismo/Comunismo, proviene, efectivamente, de que el mayor legado histórico de tipo “global”, de llamado dominio público, que mejor manejamos los españoles, es el de la guerra civil. Una guerra en la que se enfrentaron dos frentes totalmente opuestos: el socialismo y el fascismo. Un socialismo antidemocrático y un fascismo casi genocida. (Según Stanley Payne la República fusiló a 50.000 personas mientras que los sublevados a 60.000, a lo largo de la contienda). A esto le sumamos la ayuda de la URSS tras la imparcialidad de las potencias europeas de Francia y Gran Bretaña, haciendo que hoy cualquier asociación que se haga con el término República sea vista, a su vez, como una asociación con el término izquierda. Además, hay que agregar que el Rey Juan Carlos fue sucesor designado por Franco. La figura de Franco tampoco se profundiza: él fue republicano, republicano, claro está, contrario al último gobierno de la República. Fue Franco quien sofocó la revuelta anarquista asturiana en 1934 en defensa de la II República española. Quien mire los discursos de Franco en Burgos durante la contienda podrá encontrar en ocasiones muy repetidas vivas a la República. Agrego también que el Partido Popular en la actualidad defiende el sistema de Monarquía Parlamentaria, mientras que son los partidos socialistas o comunistas (Izquierda Unida e Izquierda Republicana) quienes se muestran más favorables a un sistema republicano.
Estos son un conjunto de prejuicios que en la actualidad se propagan de manera constante y generalizada, haciendo, pues, que la República en España sea directamente asociada con el socialismo y el comunismo. En lo más resumido posible: Estados Unidos es una República, en la que nunca ha habido ningún senador o congresista socialista y en la que el partido de la derecha (esto en términos europeos) es el Partido “Republicano”.

En cuanto al papel de la mujer durante la República, sí fueron los partidos socialistas quienes se opusieron al voto femenino. El primer gobierno provisional republicano, el mixto, promulgó una ley en la que todos los hombres mayores de 23 años podían votar. Esto no incluye a las mujeres. Asimismo, sacerdotes y mujeres podían ser diputados. De aquí salieron tres diputadas: Clara Campoamor, gran defensora de los derechos de la mujer, Victoria Kent y Margarita Nelken, radical la primera, y las dos siguientes representantes de dos partidos socialistas: Izquierda Republicana y Partido Socialista.
Una nueva ley daba el derecho al voto a las viudas y a las solteras, ya que las mujeres casadas que ejercieran el derecho al voto democrático podían traer disputas a casa, en donde el marido, cabeza de familia, era quien debía ejercer el voto. Aquí viene la oposición de la izquierda en el tema, se temía que la mujer estuviera aún muy ligada a la iglesia católica y a los ideales más conservadores, en términos naturales: derechistas, que pusieran en peligro la estabilidad republicana. Por esto, y no por otra razón, fueron los partidos de la izquierda española quienes se opusieron al derecho al voto femenino. El 1 de septiembre de 1931 el Partido Radial-Socialista presentó una enmienda para limitar el derecho al voto únicamente al género masculino. El mundo de la ciencia, al día siguiente, dio supuestos argumentos en los que se afirmaba que la mujer era biológicamente incompetente para ejercer el voto, ya que no tenía noción de raciocinio sino que se dejaba llevar por la emoción y los sentimientos. Parece una afirmación medieval pero así era la España de 1931.
Los principales opositores al derecho al voto femenino fueron los republicanos de la izquierda, esto engloba a todos los partidos de doctrina socialista o comunista, como también a los radicales y los radicales-socialistas. Acción Republicana, pidió que se les concediera el voto a las mujeres mayores de 45 años ya que a esa edad podían haber conseguido la madurez necesaria para ejercer este derecho.
Posteriormente se presentó una enmienda –rechazada, por suerte, con 153 votos en contra y 93 a favor- en la que se pedía el derecho al sufragio a las mujeres si únicamente votaban por partidos reaccionarios. Entiendo yo “reaccionarios” en este contexto, lamentablemente, como ultra-conservadores, y el uso del prefijo no es excesivo. Además de ser conservadores económicos, eran nefastos conservadores morales y este artículo es una prueba clara de mis aseveraciones.
Entre las diputadas femeninas no hubo tampoco acuerdos: Campoamor estaba a favor del voto femenino, a diferencia de los demás diputados de su partido, quienes votaban en contra, mientras que Kent se opuso rotundamente a este derecho. Por lo que los debates entre ambas eran sinónimo de burla entre los demás diputados del congreso.
Finalmente sale a la luz una enmienda para la igualdad de sexos en el derecho al voto. Votan a favor todos los partidos de la derecha y nacionalistas periféricos, además del Partido Socialista. También vota a favor la Agrupación al Servicio de la República, partido liberal más importante conformado por Ortega, Marañon, Ayala y otros intelectuales de la época.
Votaron en contra Acción Republicana, Radicales-socialistas y el Partido Radical, esto sin incluir a Clara Campoamor que se quedó, junto con otros cuatro diputados de su partido, completamente sola.
Lo demás, como dicen los británicos, es historia corriente. Una historia corriente invadida por los prejuicios, la ignorancia y el desconocimiento histórico. Actualmente España es una gran nación, pero todo lo que ha logrado ha sido a duras penas. Churchill habló de sangre, sudor y lágrimas en la Casa de los Comunes durante la II guerra mundial. Eso es exactamente lo que han vivido los españoles a lo largo de toda nuestra historia. Hoy ya casi ni lo sentimos. Pero, antes que nada, no debemos olvidarlo nunca y para eso debemos conocer nuestra fábula correctamente. Las utopías no sirven para hacer historia.

Tuesday, March 08, 2005

Día Internacional de la Mujer

Si hay algo en la vida que me gusta mucho, son las mujeres, sobre todo una en especial. El mundo femenino es uno de los más complejos del Universo, no miento. Pero, al fin y al cabo, asombroso, y obviamente se merecen su día, se merecen los 365 del año.
Los movimientos políticos obreros –a pesar de que, por suerte, son pocas las mujeres obreras- se han hecho mérito propio del Día Internacional de la Mujer, ya que proviene de una reacción reivindicativa por parte de las trabajadoras del siglo XIX. Víctimas, según las masas, de la explotación capitalista. Obviamente la premisa en sí se trata de una falacia nefasta, como era de esperar, falacia que iré desarmando en el presente artículo.

Todo comenzó con una huelga de operarias que precisamente se dio el 8 de marzo de 1857 en Nueva York. Pedían una mejora de sus condiciones de trabajo ya que recibían un sueldo pésimo y trabajaban muchas más horas de lo acordado. La huelga, que era pacífica, fue sofocada por la policía de forma violenta. Eso se repitió en el mes de marzo de 1859 nuevamente. Recordemos que para esa época muy pocas de las residentes de Manhattan eran nativas americanas, por lo que fueron las inmigrantes europeas, en su mayoría irlandesas, inglesas e italianas, que buscaban en Norteamérica un mejor modo de vida, quienes se pusieron manos a la obra. Esto se trasladó obviamente a la propaganda ideológica, haciéndolo constar como una consecuencia directa de la explotación capitalista, irónicamente esa reacción fue europea, a pesar de que ocurrió en Nueva York. El sistema de libre mercado es un sistema de cooperación entre todos los que intervienen en él, para que todos, no por igual ya que el beneficio individual no antepone ningún criterio de igualdad, pero sí de manera justa, mucho más justa que la de cualquier sistema socialista, pudieran beneficiarse del libre mercado. El atentar contra el derecho de un trabajador o trabajadora es un atentado directo contra las libertades individuales, y el liberalismo económico se basa en estas libertades. Adam Smith fue un profundo moralista y un gran filósofo ético. Él nunca creo una doctrina –para empezar porque el liberalismo no es doctrinario- que propiciara la violación de ninguna libertad. Porque la democracia liberal pretende, precisamente, llevar las libertades a su máximo auge. La explotación de personas supera dichas libertades porque supera al individuo, y el individuo es la minoría última de nuestra especie. Por lo que la explotación de las trabajadoras neoyorquinas en los dos últimos siglos, no ha sido, bajo ningún criterio, capitalista, ni mucho menos liberal.
El 25 de marzo de 1911 hubo un terrible incendio en una fábrica textil neoyorquina. Los dueños de la fábrica habían encerrado a sus trabajadoras dentro del local, provocando que en el momento de producirse el fuego, las trabajadoras murieran calcinadas o asfixiadas dentro de la fábrica ante la imposibilidad de escapar. Algunas decidieron lanzarse al vacío, y la ciudad de Nueva York era testigo impotente de lo que ocurría: cada vez que una caía al suelo, un ruido estremecedor seguido de un silencio sepulcral invadían las avenidas de la gran manzana. Lamentablemente la terrible escena se repitió 90 años después, un 11 de septiembre que no podremos borrar jamás de nuestra retina. Murieron cientos de trabajadoras esa mañana de 1911. Ese mismo año se intentó crear un día de la mujer, gracias a la iniciativa de algunos países europeos. Pero no fue hasta 1977 que se aprobó oficialmente el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, en una resolución de las Naciones Unidas. Desde entonces la incorporación de la mujer al mundo laboral en la sociedad occidental ha sido abrumadora, aunque aún la batalla por la igualdad de género se debe seguir librando contra las mentes discriminatorias y los prejuicios conservadores de muchas instituciones e individuos. Son generaciones que irán desapareciendo con el paso del tiempo.
En España la realidad es la misma. Aquí la incorporación de la mujer al mundo laboral ha tenido un auge notorio en nuestra sociedad. Tenemos una historia en el tema relativamente tragicómica. Recordemos que durante la segunda república española los partidos socialista y comunista, y demás partidos del ala izquierda, se mostraron contrarios al voto femenino. Las razones fueron aún más irónicas: se pensaba que el voto femenino sería mayoritariamente un voto conservador, por lo que debía negárseles el derecho al voto democrático para salvaguardar la revolución. Los partidos conservadores, encabezados por la CEDA, estaban, por el contrario, a favor de la integración de la mujer en la vida democrática del país. Los liberales por su parte, destacando al Grupo al Servicio de la República, además de estar a favor de dicha iniciativa mucho antes que todos los demás partidos, la promovieron dentro del núcleo intelectual de la época. Estaba claro que la integración de la mujer a la vida política era lo más justo.

Han sido demasiadas las mujeres que han hecho mucho por la Humanidad, aunque esto se ignore. Margaret Thatcher, entre tantas otras, ha sido una de ellas. Su iniciativa de no apaciguamiento y de no plantar miedo a la amenaza socialista que se expandía hacia Occidente contribuyó notoriamente a la caída del imperio comunista. Asimismo, los beneficios de la era Thatcher a Gran Bretaña gracias a la liberalización económica llevada a cabo por su gabinete fueron abrumadores. Además, demostró que la mentalidad occidental era tolerante, madura y objetiva, al aceptarla, es decir, al elegirla como líder política de de una de las principales potencias del planeta.
Ayn Rand, tuvo que escapar de la dictadura comunista soviética y se trasladó a Estados Unidos, donde creó un movimiento filosófico llamado Objetivismo, que promovía la defensa del individuo y la libertad como fin principal de nuestro comportamiento moral y social. En EE.UU. es considerada como una de las grandes pensadoras del siglo XX. En España no deberíamos olvidar, a pesar de todo, a María Zambrano, alumna de José Ortega y Gasset, y gran pesadora del siglo XX español. Tampoco a un sinfín de escritoras e intelectuales que tuvieron que vivir bajo la sombra del anonimato, como lo fue Rosalía de Castro por un pequeño tiempo y Cecilia Böhl de Faber, cuyo padre, embajador alemán en Cádiz tras la constitución liberal 1812, introdujo en España mucho sobre el pensamiento liberal de la época.

Es lamentable, muy lamentable, que en algunos lugares del mundo aún se violen de manera inhumana los derechos y libertades de la mujer. En Irán las mujeres son condenadas a muerte por promiscuidad o adulterio, y la técnica de la horca o la lapidación son terribles, causan una muerte tremendamente dolorosa y muy lenta. En Afganistán, como dije en mi anterior artículo, las mujeres, antes de que EE.UU. liberara el país, vivían bajo la terrible anteposición del fanatismo islámico: eran violadas, se le privaban de todos sus derechos y cualquier mínima falta conducía a su fusilamiento en campos deportivos con un afluente público masculino. Es irónico que las defensoras de feminismo exaltado europeo, se mostraran contrarias a la liberación del país del terrible régimen Talibán.

La mutilación genital ha sido otro de los terribles padecimientos de la mujer en los países islamistas y en algunos países de África. 130 millones de mujeres han sufrido la mutilación genital en los últimos años y muchas más la seguirán padeciendo.
La igualdad de género va mucho más allá de la precariedad laboral, lamentablemente. Pero con el anhelo, la colaboración de todos y la imposición de la libertad en el mundo, pronto, tal vez, podremos vivir en sociedades en las que no se discriminará a nadie por su género. Lo que menos podemos esperar es que se acaben los regímenes que violan los derechos de la mujer dando nuestro apoyo indirecto a éstos, atentando indirectamente contra ellas. Por suerte hoy millones de mujeres viven en libertad. No todas.

Monday, March 07, 2005

Muere Gladys Marín

Vías de inspiración es lo que en ocasiones necesita un liberal desecho por ser espectador tercero de un mundo que entre sacudidas se desmorona por los viles cabales de la ignorancia, madre consecuente del fanatismo. Y las afanosas premisas pasionarias. Aquello que se dice sin pensarse antes. Yo lo pienso ciento sesenta millones de veces. Cien millones a la izquierda y otros sesenta a la derecha. Porque para empezar no hay diferencia alguna entre fascismo y comunismo. Pero al fin y al cabo éste será un artículo cuadrado, como todos, dependiendo de los ojos que lo lean.
Chile es una versión relativamente light de la España del siglo XX. Un país de zarandeo entre los polos extremos, que dejó por mucho tiempo a un lado, en este caso ni el izquierdo ni el derecho, a la libertad. Palabra bendita, que en ocasiones deberíamos apreciar un poco más, porque dependemos de ella, dependemos de ella en todo.

Hoy ha muerto Gladys Marín, la presidenta del Partido Comunista chileno. Lo abrumador ha sido el duelo nacional que originó la muerte de la liberticida. Al finalizar la segunda guerra mundial, tras celebrarse las primeras elecciones democráticas en Francia posteriores a la invasión nacional-socialista, el Partido Comunista obtuvo 159 diputados, seguido de los 152 del Partido Socialista y otros 159 del Movimiento Republicano Popular. La resistencia en Francia al invasor nazi no dio un daño excesivo, pero originó un fuerte sentimiento de agradecimiento popular hacia los principales resistentes, que no fueron sino los comunistas franceses. Esto se trasladó a las urnas electorales, en las que por primera vez en la historia de Francia, a pesar de su ya influyente ideología socialista, se conformaba un gobierno de coalición entre la izquierda más radical de la República. Guillotina de nadie esta vez, sino de la hambrienta economía europea, que además de echar en breve al gobierno tripartito renació gracias a la ayuda norteamericana del Plan Marshall, que propició el tragarse cualquier sentimiento antiamericano, prejuicio ya emblemático y folclórico de Europa.
En el caso de Marín ocurrió básicamente lo mismo, excluyendo el hecho de que, por suerte, nunca se hizo con el poder de Chile, que ya mucho había vivido, demasiado, a lo largo del siglo XX.
Marín había sido desde sus inicios en el PC simpatizante de la dictadura cubana y enemiga radical de cualquier idea de libertad individual. Su marido, al igual que otros tres mil chilenos, fue asesinado durante la terrible dictadura de Pinochet. Vivió en Costa Rica y regresó a Chile donde se mantuvo bajo la sombra de la clandestinidad durante años. Ocho años después del final de la dictadura, es elegida candidata a la presidencia por el Partido Comunista, puesto que obviamente no obtuvo.
Pero tras la figura luchadora y pseudo-democrática de Marín se esconde una clara enemiga de las libertades y derechos de la persona en el mundo. Marín fue la primera en condenar el apoyo del gobierno chileno a los Estados Unidos tras la terrible masacre del 11 de septiembre de 2001, que en cifras no se aleja para nada a la del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. En Afganistán se ocultaba el principal centro de operaciones de Al-Qaeda; además, en ese mismo país se ocultaba el enemigo público número uno. Osama Bin Laden no es tan sólo enemigo del capitalismo, y por consiguiente de EE.UU. Es enemigo de cada uno de quienes conformamos la Humanidad. Cada uno de los que pensamos que la vida es nuestro bien más preciado, y eso, en la moral más íntima del individuo, incluye incluso a los comunistas. En Afganistán las mujeres eran torturadas hasta la muerte, la libertad de elección, de expresión, de credo: todo había desaparecido. Las niñas salían a las calles con un burka, en grupo, excluidas del mundo, violadas al antojo de los talibanes. Marín defendía ese modo de vida, al negar la liberación de un pueblo oprimido por férreas dictaduras similares a las que habían acabado con la vida de su marido en Chile. Marín defendía el terrorismo, justificaba los actos terroristas con la más sutil indiferencia ante la masacre Talibán hacia el pueblo afgano. Violaba el principio de sus creencias religiosas (católica) al justificar una guerra a su credo, al de millones de personas en cada uno de los rincones del mundo. Su guerra contra la libertad no fue sino un camuflaje indirecto de una guerra contra la vida y los derechos, por el mero hecho de mantener vigente una doctrina que se había llevado consigo millones –cien millones, para ser preciso- de vidas. Allende dijo que “la historia es nuestra y la hacen los pueblos”. Eso quedó claro el 9 de noviembre de 1989, el 6 de junio de 1944, el 3 de junio de 1989, el 16 de marzo de 2003, y día tras día queda plasmado en la retina de cada uno de los millones de occidentales que ya no viven oprimidos por los extremos políticos, por las temibles dictaduras marxistas y fascistas, las cuales aún hoy tienen seguidores. Chile fue una versión dúctil de España. En tres años demostró con Allende hasta qué punto puede llegar el Estado absoluto. Aquí vivimos una República sacudida por el fanatismo político. El mismo fanatismo que llevó a ambos países a espantosas dictaduras injustificables que finalizaron con el simple anhelo de libertad de los demócratas. Así fueran los economistas de Chicago o los Tecnócratas del Opus Dei, la apertura a la libertad en ambos países ha supuesto una concepción nueva del mundo, ya no materialista, ni planificada, ni mucho menos genocida. Una concepción libertaria, a medias, vitalista, a medias, y objetiva, a medias.

Marín hizo mucho por la juventud chilena según algunos. Saddam Hussein también hizo mucho por algunos sunitas, y Yasir Arafat por miles de niños palestinos. Hitler era encantador con los más jóvenes, y Chávez, amigo de Marín, ha dotado de todos los medios posibles a las escuelas bolivarianas, ¿a costa de quién?
Gladys Marín decía que "las utopías es posible realizarlas cuando hay voluntad, cuando hay decisión y cuando sabemos trabajar con la gente". Yo creo que la libertad es posible alcanzarla cuando hay voluntad, cuando hay decisión y cuando dejamos trabajar a la gente. Cuando sabemos ver como funciona el mundo, cuando miramos la historia con objetividad absoluta. Cuando no olvidamos que detrás de una anteposición hay mentes libres, cuando no olvidamos que detrás de un burka hay belleza, anhelo de vivir como los demás lo hacen, incluidos los chilenos. Cuando superemos las barreras de la ignorancia, que no es tarea fácil.

Que descanse en paz.