Democracia y libertad, victoria republicana
La libertad es un valor póstumo que la gran mayoría, casi absoluta, de los humanos hemos defendido con el más grande afán de nostalgia. La libertad es una deuda que hoy, después de todo el ajetreo de nuestra civilización, seguimos teniendo con los Estados Unidos de América. La globalización moral, la primera idea de atravesar fronteras desde la aparición de nuestro modo de vida, surgió del anhelo de libertad y de la nobleza americana que decidió llevarla a cada uno de los lugares donde ha sido necesaria.
Como liberal europeo y objetivo, defendí la continuidad del actual Presidente Reelecto George W. Bush. Hay, y no está de más decirlo, muchas cosas en las que no he estado de acuerdo con él, por ejemplo, no creo que América sea cuestión de religión sino cuestión de libertad, pero puedo estar completamente convencido de que el Presidente Bush es la persona indicada para llevar a cabo tarea de exportación de la libertad en el mundo, como lo han hecho gran parte de los Presidentes estadounidenses.
En el terrorismo no hay descabezamiento, no hay fronteras, y sus víctimas no son sino los más inocentes. Ante el terrorismo hay sólo dos opciones claras: una es desertar y buscar el bienestar fácil y sencillo, cediendo libertad y soberanía individual, incitando, además, la conversión del mundo en un lugar infinitamente más peligroso; y la segunda, claro está, es acabar con él, cueste lo que cueste. Sobre todo si, en principio, se trata de una reacción en respuesta ante el asesinato de 2996 personas inocentes.
Una de las principales virtudes de América es el patriotismo nacional, en pocas palabras, el amor por la libertad. Kerry dijo, al aceptar su derrota, que lo importante al día siguiente de las elecciones, al despertar, todos iban a seguir siendo americanos y lo elemental en ese momento era unirse para lograr un país mejor. Creo yo que un país mejor es algo imposible. América está en la cima.
El patriotismo español es, para la gran mayoría, un pecado mortal, un símbolo de añoranza del régimen franquista. En Venezuela, por ejemplo y entre otros, el patriotismo es reaccionario, se ha convertido en una exaltación de amor a la patria contraría al Gobierno. El patriotismo estadounidense es inquebrantable y unánime.
El 6 de junio de 1944 murieron unos 5.000 aliados. Murieron en las playas de Normandía, y el agua del mar se tiñó de rojo por la sangre derramada por esos muchachos. Aquí no hay ironía, ni grandeza, ni mucho menos ficción. Lo que estoy contando es cierto. 5.000 jóvenes, en su mayoría estadounidenses, sólo en esa mañana. Es una cifra escalofriante, pero un año más tarde el continente europeo había sido completamente liberado del Nacional Socialismo alemán por las distintas naciones libres encabezadas por los Estados Unidos de América que esa mañana de junio habían desembarcado al norte de Francia. Y podría ponerme a citar páginas y páginas de Revel o de Mises, o cualquier filósofo visionario y liberal. Pero no sería suficiente para acabar si quiera con una mínima parte del antiamericanismo que hoy reina en nuestras sociedades, que agita nuestro modo de vida y que distorsiona nuestra forma de captar las cosas, anteponiendo siempre un fanatismo y una pasión basados en sofismas de mucho atractivo general y defendiendo, en la gran mayoría de los casos, una utopía que lo único que ha traído al mundo es la desgracia más grande contra el amor al ser, al individuo y a la libertad.
El antiamericanismo es uno de los peores prejuicios actuales, la sola exposición de la verdad es lo único necesario para proscribir dicha doctrina que hoy se está convirtiendo, además de en una moda, en un modo de vida.
Las elecciones estadounidenses las ganó la libertad, a diferencia de España, el terrorismo no tuvo voz alguna, sino que la voz del pueblo fue la que decidió que continuará la libertad ante el intento de chantaje y de animadversión de muchos hacia la sociedad y el modo de vida de Occidente, y principalmente de América. Por esa razón, ésta no podía ser una anotación normal como cualquier otra, comentando las razones de ser y las mentiras de los enemigos inconscientes de su propio modo de vida o machacando los prejuicios del actual Gobierno de España, esta anotación debía ser más. La victoria republicana abrió una gran brecha de esperanza entre quienes amamos la libertad, que nos confirma ya hoy que la gran América no cede, ni tiembla, ni huye ante nada. Y eso, estoy convencido, nos hace sentirnos mucho más seguros y libres. Y nuestra razón de ser, como individuos y como seres humanos es, y ha sido desde siempre, la idea y el amor a la Libertad.
Como liberal europeo y objetivo, defendí la continuidad del actual Presidente Reelecto George W. Bush. Hay, y no está de más decirlo, muchas cosas en las que no he estado de acuerdo con él, por ejemplo, no creo que América sea cuestión de religión sino cuestión de libertad, pero puedo estar completamente convencido de que el Presidente Bush es la persona indicada para llevar a cabo tarea de exportación de la libertad en el mundo, como lo han hecho gran parte de los Presidentes estadounidenses.
En el terrorismo no hay descabezamiento, no hay fronteras, y sus víctimas no son sino los más inocentes. Ante el terrorismo hay sólo dos opciones claras: una es desertar y buscar el bienestar fácil y sencillo, cediendo libertad y soberanía individual, incitando, además, la conversión del mundo en un lugar infinitamente más peligroso; y la segunda, claro está, es acabar con él, cueste lo que cueste. Sobre todo si, en principio, se trata de una reacción en respuesta ante el asesinato de 2996 personas inocentes.
Una de las principales virtudes de América es el patriotismo nacional, en pocas palabras, el amor por la libertad. Kerry dijo, al aceptar su derrota, que lo importante al día siguiente de las elecciones, al despertar, todos iban a seguir siendo americanos y lo elemental en ese momento era unirse para lograr un país mejor. Creo yo que un país mejor es algo imposible. América está en la cima.
El patriotismo español es, para la gran mayoría, un pecado mortal, un símbolo de añoranza del régimen franquista. En Venezuela, por ejemplo y entre otros, el patriotismo es reaccionario, se ha convertido en una exaltación de amor a la patria contraría al Gobierno. El patriotismo estadounidense es inquebrantable y unánime.
El 6 de junio de 1944 murieron unos 5.000 aliados. Murieron en las playas de Normandía, y el agua del mar se tiñó de rojo por la sangre derramada por esos muchachos. Aquí no hay ironía, ni grandeza, ni mucho menos ficción. Lo que estoy contando es cierto. 5.000 jóvenes, en su mayoría estadounidenses, sólo en esa mañana. Es una cifra escalofriante, pero un año más tarde el continente europeo había sido completamente liberado del Nacional Socialismo alemán por las distintas naciones libres encabezadas por los Estados Unidos de América que esa mañana de junio habían desembarcado al norte de Francia. Y podría ponerme a citar páginas y páginas de Revel o de Mises, o cualquier filósofo visionario y liberal. Pero no sería suficiente para acabar si quiera con una mínima parte del antiamericanismo que hoy reina en nuestras sociedades, que agita nuestro modo de vida y que distorsiona nuestra forma de captar las cosas, anteponiendo siempre un fanatismo y una pasión basados en sofismas de mucho atractivo general y defendiendo, en la gran mayoría de los casos, una utopía que lo único que ha traído al mundo es la desgracia más grande contra el amor al ser, al individuo y a la libertad.
El antiamericanismo es uno de los peores prejuicios actuales, la sola exposición de la verdad es lo único necesario para proscribir dicha doctrina que hoy se está convirtiendo, además de en una moda, en un modo de vida.
Las elecciones estadounidenses las ganó la libertad, a diferencia de España, el terrorismo no tuvo voz alguna, sino que la voz del pueblo fue la que decidió que continuará la libertad ante el intento de chantaje y de animadversión de muchos hacia la sociedad y el modo de vida de Occidente, y principalmente de América. Por esa razón, ésta no podía ser una anotación normal como cualquier otra, comentando las razones de ser y las mentiras de los enemigos inconscientes de su propio modo de vida o machacando los prejuicios del actual Gobierno de España, esta anotación debía ser más. La victoria republicana abrió una gran brecha de esperanza entre quienes amamos la libertad, que nos confirma ya hoy que la gran América no cede, ni tiembla, ni huye ante nada. Y eso, estoy convencido, nos hace sentirnos mucho más seguros y libres. Y nuestra razón de ser, como individuos y como seres humanos es, y ha sido desde siempre, la idea y el amor a la Libertad.
11 Comments:
Me pongo de pie y aplaudo …….. Excelente editorial.
Me pongo de pie y aplaudo …….. Excelente editorial.
Me pongo de pie y aplaudo …….. Excelente editorial.
Gracias Mauro!
Soy Felipe del foro liberalismo.org, y he leido tu articulo y lo comento aqui.
Es dificil saber por donde empezar, pero me ha quedado la impresion que estas siendo completamente doloso en tu articulo (algo obvio en cualquier articulo de opinion), y es admirable.
Entonces solo cabe discutir sobre lo que piensas.
Creo que insistes demasiado en una vision catastrofica que motivaria una reaccion liberadora.
No existe una vision pesimista que rinda frutos saludables.
No son frutos saludables las decenas de muertos en Irak, ocasionadas por el fraude del señor Bush.
Bush reprueba en la relacion de EEUU con el mundo, eso es indesmentible.
Me resulta curioso que se le señale como un defensor de la libertad, si de un modo de vida, y ademas es un impulsor de ese modo de vida.
Nada menos liberal que eso.
Que mueran 3 mil personas no puede justificar tamaño abuso de la fuerza y de la legalidad internacional, no puede justificar enviar inocentes soldados a matar inocentes ciudadanos.
No existe relacion causal, existe relacion de poder, relacion electoral.
El patriotismo , si consiste en imponer una vision de mundo, es un cancer que debe ser extirpado de las naciones.
Esa nocion de patriotismo equivale a la perversion del sentido de patria, esencialmente significativo de orgullo a la tierra natal, una conversion de sentido en la justificacion de una guerra religiosa.
Que mas autoritario que aquello.
Aca, en Chile, se cometen actos terroristas, y el estado nada hace, significa que EEUU debe invadirnos para erradicar esos grupos?
Razonabilidad es lo que le falta a Bush, y por derivacion a su opinion.
Respetuosamente digo.
Hola. No te había leído, espero que no tenga mucho tiempo eso escrito ahí. Son muchas cosas, voy a contestarte en los post, apenas pueda. Gracias por visitar la web, y a pesar de todo, por leerla.
Saludos
Respondo a bote pronto a las objeciones de Felipe al post.
Primero, la sociedad americana es lo más parecido que existe a una sociedad libre, con sus imperfecciones y carencias que no son pocas. Luego no puedo menos que valorarla positivamente y mantener mis reservas para seguir exigiente.
Segundo, dijo Burke que para que triunfe el mal, basta con que los hombres de bien no hagan nada.
No creo que ser liberal implique un abstencionismo tan extremo como el que plantea Felipe. Es más, creo que la moral de la libertad tiene algo de visionaria. No invita a quedarse quieto parao, sino ha defender y promover la libertad.
Perdón, obviamente quise decir "exigente" y la última "ha" es sin hache. Lo de "parao", sin embargo, fue intencional.
La libertad es hasta tal punto la esencia del ser humano, que hasta los que la aborrecen lo comprenden así. Nadie lucha contra la "Libertad" en sentido abstracto y absoluto,sino que a lo mas hay quienes luchan contra la libertad de otros. Es por eso que me parece engañoso autodesignarse como el paladin de la libertad (como Bush y los que lo precedieron, Mccarty y la caza de brujas). Es mas, resulta conveniente para los grupos de poder hacer suyas las mas altas valoraciones que el hombre ha constituido tras cruentas y seculares luchas, tales como libertad, igualdad y fraternidad.
Así mismo pienso que existe toda una falsa conciencia a proposito de el rol de EEUU como gendarme de las libertades. Por el contrario, sostengo que EEUU se ha desarrollado no solo sobre la base de aquellas personas anónimas que trabajan dia a dia y no tienen dinero ni influencia como para ser unos Rockefeller. Por supuesto que no sería el mismo poder Estatal y militar sin su imperialismo empresarial. Guatemala, NIcaragua, Chile, Venezuela y muchos países mas te pueden dar testimonio de ello.
Resulta conveniente para las elites norteamericanas sentar su éxito en el esfuerzo colectivo de todos (por cierto mezclando trabajadores con empresarios), obviando la contribución (poco retribuida) de los países de esta ahora llamada SUB-AMERICA.
Y por ultimo, el verdadero terrorismo es el terrorismo de Estado, Pues el terrorismo consiste en generar inseguridad y temor en los ciudadanos, y la única institución o agrupación humana que posee los recursos, los medios, el contingente para generar dicha inseguridad, es el Estado.
Toda la camarilla de políticos guerristas de los EEUU comenzando por Bush, siguiendo con C.Rice, Powell, etc, hacen ver a la población norteamericana que sus actos se hallan muy justificados en nombre de la libertad. Error garrafal pues se tropesan con sus propios discursos y actos.
Si el hombre es libre, la primera premisa es que el es capaz de generar su propio proyecto de vida, sea individual, sea social. El problema es que tanto Oliver como otros consideran que la única forma de libertad valida es aquella que acepta al capitalismo como modo de producción, y a la democracia representativa como sistema político. Mala tactica chicos, se tropiezan con la premisa máxima de la libertad, todo sujeto tiene derecho a hacer su vida, su proyecto de vida, según sus propias valoraciones e interpretaciones de la realidad. Entonces cuando un pueblo está decidido a aceptar e incluso volcar sus voluntades para construir una forma distinta de sociedad, llamese socialista, lo desechan y subestiman.
Esto es autoritarismo, no liberalismo. El autoritarismo es justamente imponer a otros una forma de vida, imponer ya sea por medios coercitivos o persuasivos (lease ideológicos).
Por eso EEUU en su intento por promover no la libertad,-sino su modo de vida social, economica y poitica- ha fracasado. En vez de dejar que los propios oprimidos derroquen al tirano, se meten con ejercitos y aviones. El problema es que las guerras no las ganan los que tienen mas aviones, mas bombas, mejor tecnologia. Las guerras las gana el bando que logra convencer (o imponer su aceptación) al otro bando de que su proyecto de dominación está legitimado. Pero esa legitimación está dada por las valoraciones insitas en la comunidad de que se trate, y no por las valoraciones que se intentan imponer. Por eso fue mas facil vencer a los Alemanes en la II Guerra mundial que a los Vietnamitas o a los Afganos O a los Iraquies.
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