____ ____ ____ ____ ____ Oliver Laufer: September 2005

Friday, September 30, 2005

Chávez, el pacifista

Francotiradores chavistas, entre ellos el concejal del MVR Richard Peñalver. Mataron a 24. Están todos libres.
Lo que más me sorprende del premio Nobel de la Paz es que no se lo hayan dado a Adolf Hitler. Es algo inexplicable, si mal no recuerdo Hilter cumplía todos los requisitos para ser nominado al premio Nobel. Al igual que los cumple Hugo Chávez. Ambos dieron un golpe de Estado contra la democracia, ambos fueron a prisión por dos años, ahí escribieron sus Biblias, y ambos de la misma forma llegaron al poder democráticamente. Ya sabemos lo que hizo uno y ya sabemos lo que hará el otro.
A nadie le puede sorprender que Chávez sea nominado al Premio Nobel. Sólo hay que retroceder en el tiempo y ver como nacieron tan exquisitos galardones internacionales.
Alfred Nobel, que según Wilkipedia se sentía “culpable” por haber sido “un capitalista enriquecido gracias a la dinamita”. Se hizo millonario al haber inventado dicho explosivo, que amortiguaba todas las inestabilidades de la nitroglicerina. Efectivamente, sus principales compradores fueron los señores de la guerra y Alfred vendía camiones de su maravilloso invento todos los años. Obviamente se hizo millonario. Aunque por alguna razón que desconozco nuestros amigos de Wilkipedia olvidaron algunos detalles de la vida del señor Nobel. El peso de la desgracia y el peso del amor caerían sobre él. No el peso del capitalismo, como ellos dicen.
Una de las fábricas de dinamitas de Nobel estalló con su hermano dentro, quien murió en el acto. Nobel intentó reconstruir su fábrica pero el gobierno sueco se negó. Además, se ganó el apodo de "el científico que fabricaba malvadamente la destrucción”. El inventor se sumió en una terrible depresión y el peso de la culpa, que no era el peso del capitalismo, cayó sobre él. Decidió crear una Fundación que llevaría su nombre a la que destinaría toda su fortuna. En ella premiaría a quienes contribuyeran en un grado considerable al beneficio de la Humanidad en varias categorías: física, química, fisiología, medicina, literatura… Pero las malévolas garras del amor cayeron sobre tan enigmático personaje y se enamoró de su amiga la condesa Bertha Kinsky von Suttner, quien irónicamente era una pacifista radical, poco acorde con su tiempo. Kinsky impregnó a Nobel con sus tintes ideológicos y le convenció, tan directa como indirectamente, para que agregara un galardón destinado a quienes contribuyeran a la paz en el mundo. La historia era preciosa pero los galardones siempre habían sido muy controversiales. El Nobel de la Paz lo ha recibido desde Yasir Arafat hasta Kofi Annan, pasando por la madre Teresa.
Pero lo que debemos entender es qué implica recibir un premio de dichas características o al menos cuáles son los requisitos para adquirir el Nobel de la Paz. Hugo Chávez fue cofundador del Movimiento Revolucionario Bolivariano (MRB), una secta guerrillera de inclinación marxista dentro del mismo ejército venezolano. El MRB dio un golpe de Estado contra la democracia venezolana el 4 de febrero de 1992. Es decir, que Hugo Chávez llevó a cabo acciones de guerra contra una democracia constitucional, donde dio la orden de asaltar con el uso de la fuerza (hubo un considerable número de bajas) a la presidencia de la república e instaurar una dictadura militar de considerable corte populista donde las libertades iban a ser reducidas a su mínima expresión. Eso no es paz ni nada que se le asemeje. Por suerte el golpe de Estado resulto fallido.
Pero como Chávez es la personificación de la muchedumbre y la muchedumbre es el imperio de la ignorancia, y en Venezuela lamentablemente de la pobreza, Chávez llegó al poder, como dije antes, tan democráticamente como Adolf Hitler. Su gobierno se ha caracterizado por ser el peor en la historia de la democracia del país. Venezuela se dividió en dos y el odio entre esas dos partes se incrementa con el paso de los años. Venezuela nunca había sido un país de considerable racismo y existía en ella una fraternidad y un humanismo que trascendía cuantiosamente del nivel económico y del color de piel. Pero con Chávez la pobreza ha aumentado y a pesar de que la clase alta está casi extinta –o exiliada- las desigualdades se han incrementado entre la clase media y la baja.
Venezuela también se ha convertido en un campo de guerra donde cada año son asesinadas doce mil personas; se ha incrementado la contaminación, las ciudades están cada vez más sucias y no ha habido ninguna mejora en ningún ámbito.
En Venezuela, además, hay presos políticos y presos de conciencia, se han recortado las libertades de prensa e información a su mínima expresión, se ha potenciado la autarquía y se han expropiado todo tipo de propiedades privadas.
Además, los principales aliados de Venezuela han sido las peores dictaduras de los últimos años, regímenes que han violado los derechos humanos y que han puesto en vilo la estabilidad y la vida a nivel mundial.
Asimismo, Venezuela desde Chávez, ha estado en pie de guerra casi a diario. Se sabe que en Venezuela hay terroristas de la FARC y cuando Colombia detuvo a dos de ellos en territorio venezolano las tensiones llegaron incluso a la amenaza de conflicto bélico por parte del gobierno venezolano. De la misma forma, Chávez ha fortificado dichas tensiones con otros países como Estados Unidos o simplemente contra su propia población nacional.
Y ese hombre ha sido seleccionado como candidato a ganar el premio Nobel de la Paz. En la Fundación Nobel habrá intenciones pero es más fuerte la ignorancia, o tal vez el fanatismo. Recordemos que la indígena que pide dinero en un semáforo de Caracas con su bebé en brazos o los niños descalzos que te suplican mil bolívares para comprar un litro de leche, ni se imaginarán que en un frío país al norte de Europa consideran a su presidente como alguien que ha contribuido para el beneficio de la Humanidad.

Wednesday, September 28, 2005

Libertad de armas en Venezuela

Terrorífico: mi hermano de 15 años con nuestro instructor de tiro.

En mi última visita a Venezuela realicé un curso de manipulación de armas de fuego con un capitán del ejército. Obviamente, me tuve que adecuar al nuevo control de armas chavista, la llamada Ley de Desarme que propone el gobierno, y la ya tan folclórica y habitual filtración de la corrupción en el asunto. La libertad de armas racional no tiene una relación fulminante con el nivel de delincuencia que puede haber en un país o región. El nivel de delincuencia aumenta cuando los servicios de seguridad bajan la guardia. En Venezuela la delincuencia ha aumentado desenfrenadamente, los homicidios han crecido un 230% desde 1992 y un 142% desde que Chávez asumió la Presidencia de la República, paralelamente ha aumentado la pobreza. Al presente, el gobierno exige un control de armas que teóricamente parece coherente. Luego, al ver las consecuencias, descubrimos que es un completo desastre.
La ley de armas chavista consiste en crear un porte personalizado para cada pistola. Es decir, el porte, además de estar a nombre de la persona, está a nombre del arma de esa persona. Por lo que el arma se somete a pruebas de balística y de registro que a primera vista pueden no traer ningún inconveniente. Además, el portador tiene que someterse a pruebas psicológicas, a un curso de manipulación de armas cortas y deben comprobar que no posea antecedente penales. Después la persona recibe su arma y todo el proceso finaliza.

Eso es así en la teoría, ahora cuando aplicamos este procedimiento a la realidad, a la realidad venezolana, descubrimos como varía la cuestión. La nueva ley pretende lograr ciertos objetivos adversos a las libertades individuales y a nuestro derecho a la defensa personal, como por ejemplo reducir el número de armas de fuego por persona y, de ser posible, erradicar la posesión de armas de fuego para la defensa propia.
La democracia se instauró en Venezuela el 23 de enero de 1958 gracias a una rebelión ciudadana, lo que ahora Chávez llamaría un golpe de Estado. Cuando se derrocó al régimen de Pérez Jiménez se produjo en muy poco tiempo un proceso de apertura que desembocó en una nación de riquezas infinitas y libertades amplísimas. Ahora, como bien sabemos, todo es distinto. Venezuela se está convirtiendo en uno de los países más pobres del continente y uno de los más peligrosos del mundo. El desarme ha sido siempre una de las armas más efectivas de los populismos y de los regimenes antiliberales. Lo que sí existe es una relación directa entre el aumento de la pobreza y el aumento del crimen, y la gente continuará aproximándose a la delincuencia mientras peor sea su nivel de vida. No se va a erradicar el crimen desarmando a la sociedad civil ni mucho menos: las políticas adecuadas para acabar con la delincuencia son las que se centran en acabar con la pobreza y en crear un ambiente social pleno y equilibrado, sin ninguna fisura.
El examen psicológico para poseer armas en Venezuela se realiza únicamente en un centro médico que queda a unas tres horas de Caracas, en otra región. La posesión de armas se limita tan sólo a una pistola de cañón corto por persona, y como si fuera poco, ocurre que al entregar el arma para realizar las pruebas pertinentes, ésta no regresa jamás a su propietario, utilizando como salida cualquier excusa. Esto pasa sobre todo con las armas de mayor valor económico. De hecho, se ha dado el caso de personas que, enviando el arma directamente desde la armería al centro de pruebas el mismo día de su compra, la pistola no es devuelta porque al parecer “tiene antecedentes”. Antecedentes de no haberse utilizado nunca, me imagino. Pero ni se preocupan si quiera por detener a su propietario, quien es el que realmente debería tener dichos antecedentes. No veo un arma cumpliendo condena, aunque con Chávez todo es posible. Por esa misma vía, la venta de armas ilegales aumenta sobremanera en los sectores más peligrosos del país, y la policía no hace sino reforzar dicho suceso. En Venezuela se desarma a quienes usan la pistola como un medio de defensa personal, mientras que los verdaderos delincuentes comunes están armados hasta las narices con los últimos arsenales, irónicamente provistos por las fuerzas de seguridad del Estado y provenientes de las confiscaciones ilegales. Recordemos el caso de los francotiradores chavistas durante las manifestaciones de la oposición, donde por cierto, murió José Manuel Vilas, un gallego residente en Venezuela que se manifestaba pacíficamente en contra del gobierno. Como no se trataba de José Couso, los medios de comunicación españoles guardaron un sepulcral silencio sobre el asunto: no hubo manifestaciones en la embajada venezolana, ni cartas al gobierno, ni pegatinas en cámaras de vídeo, porque muy a pesar de José Manuel, el fin justifica los medios. Su asesino fue liberado unos días después.
Además, la libertad de armas venezolana, cuando existe, es sumamente reducida. Por ejemplo, leyes muy al estilo europeo dicen que si se produce un allanamiento de morada y el delincuente tiene, por ejemplo, un bate de baseball, no se podrá utilizar un arma de fuego contra él, sino que habrá que buscar otro bate idéntico por toda la casa, si es que lo hay. O si por ejemplo, unos delincuentes armados entran en casa, uno no podrá dispararles hasta que ellos disparen antes contra uno, y después, si se sobrevive, se puede contraatacar. Algo exóticamente europeo para tratarse de Venezuela.

Y el chivo expiatorio de la desarmada -y desalmada- Europa, es la terrorífica libertad de armas norteamericana. Pues bien, en EE.UU. mientras mayor es la libertad para poseer armas de defensa personal más disminuye la delincuencia en el país. Actualmente presenta los índices de delincuencia más bajos desde 1973. En 12 años el crimen violento ha disminuido un 53%; los delitos contra la propiedad han bajado un 50%; ha habido una baja del 3,6% en homicidios de los últimos dos años. Y al mismo tiempo se ha reforzado la libertad de armas para la defensa personal: la gente puede comprar terroríficas armas automáticas y en Florida le puedes disparar a cualquier persona sospechosa sin previo aviso. Pero las cifras no mienten y la policía funciona, como en las películas. Mientras que en España, donde no hay libertad de armas, la delincuencia ha aumentado en la mitad de las comunidades autónomas durante 2004, y tener una pistola, para muchos, es incluso peor que no hacer oposiciones. Pero, como parece, la libertad de armas no es mala, sino atroz. En Venezuela mientras menor es la libertad de armas, mayor es la delincuencia, y menor es, también, nuestra capacidad de defender nuestra integridad física, nuestra vida, y la de quienes amamos. Pero ese es el valor que adquiere la vida en determinadas circunstancias.

Thursday, September 22, 2005

La ideología de Simón Bolívar

El pobrecito Libertador de media América muy probablemente se revuelca día y noche en su tumba, esperando a que muera el Comandante en Jefe del despilfarro y la devaluación. Dice un afamado primatólogo que la longevidad de un Pan troglodytes es de cincuenta años aproximados, aunque un proverbio coloquial muy venezolano señala que “bicho malo nunca muere”. Y efectivamente, nuestro Libertador esperará a que llegue aquel anhelado día del juicio final para abofetear, en nombre de la Humanidad, al que usó su ideología dando forma a la diestra más siniestra y retorcida del Continente.

El pensamiento de Simón Bolívar es de dominio internacional, y su estudio es inculcado a los más jóvenes desde una muy temprana edad. Por lo que, efectivamente, tenemos un conocimiento del mismo bastante amplio en Latinoamérica, y probablemente mejor, por qué no, en Venezuela. La ideología del Libertador, en cambio, la han utilizado los más grandes y grotescos Caudillos de ambos lados de la Cámara, sea la del país que sea, para moldearla a su imagen y semejanza. Desde Marx, en una blanda crítica, hasta Chávez, quien –casi- dice ser nieto del mismísimo Libertador. El otro día navegaba yo por un sitio que decía defender el Nacional Comunismo, y en el logotipo de la organización aparecía una imagen de Simón Bolívar. Al principio, como es obvio, pensé que era una parodia, no miento: ahora que están de moda, uno nunca sabe lo que es verdad y lo que no. Pero como no soy Pirrón de Elis, me lo tomé enserio. Y me provocó, como cosa del destino, casualidad innata, escribir algún artículo sobre la verdadera ideología de Simón Bolívar, ideología que probablemente no sea del todo igual a la mía, pero lo que sí es seguro es que nada tiene que ver con la de Chávez. Y es que la homología de Bolívar y Chávez es tan exacta como la de Reagan con Bakunin. Y eso, creo, debería de llamarnos al menos un poco la atención.
El punto de partida en la ideología de Bolívar es el republicanismo convencido. Obviamente, un sistema republicano es el más democrático que pueda existir, ya que la Jefatura del Estado es elegida en sufragio universal y eso significa que debe existir una correlación total, una interdependencia, entre los términos República y Democracia. Deteniéndonos aquí sabemos sobremanera que a pesar de haber pasado ya las puertas del siglo XXI, existen prejuicios aún sobre lo que es la República. En España, por ejemplo, hay un prejuicio histórico que nos ha hecho enlazar los términos República e Izquierda. Este prejuicio, que induce al error ideológico y a un terrible vacío cultural, hace asociar directamente a la República con las ideas políticas absolutistas, y por tanto, para los españoles, ideas democráticas. Aunque aquí no se incluye al socialismo de extrema derecha.
En España, pues, entenderían por Bolívar republicano, al poeta venezolano de la generación del 27, educado en Francia y perteneciente a las Brigadas Internacionales. A pesar de que haya vivido unos cien años antes.
La idea republicana del Libertador era la idea republicana auténtica. Bolívar era republicano porque su razón de vida fue combatir a los absolutismos más despiadados de su tiempo, y en aquel momento el mal mayor venía de la monarquía española, y el mal fue combatido hasta el final.
Pero para empezar a moldear su ideología debemos, antes que nada, situarlo dentro de su contexto histórico y sus influencias doctrinarias. Bolívar fue testigo de la Revolución francesa y la Revolución americana; se desenvolvió en un ambiente minado por el anhelo y la pasión que despertaba ante el pueblo occidental la disparatada idea de libertad. Viajó por Europa, vivió en España, vivió las consecuencias del mundo napoleónico y conoció el fin de este mundo. Estuvo en Estados Unidos y se paseó por toda la América Latina. Pero en Venezuela, en la Venezuela de hoy, Bolívar siempre estará atado al Estado: en un país donde no se sabe diferenciar entre gobierno y Estado, porque son la misma cosa. Y por tanto, el gobierno de turno, es decir, el Estado venezolano, siempre será bolivariano, independientemente de la ideología que represente. Los ideales de Bolívar se perdieron de antaño, y justamente ahí nació esa holgazanería venezolana que dejó todo su destino en manos del Estado e hizo girar las cabezas de sus gentes hacia otros valores menos trascendentales. Y esa colosal incultura actual de la sociedad venezolana en todos los ámbitos, el pasar de la educación y limitarse al gozo y al oportunismo, han causado que la Venezuela de hoy sea exactamente lo que es: una sociedad sin ley, que Gómez dejó sin cultura, que Chávez mata de hambre, y en donde no existe pasión por el Ser y la Trascendencia, donde no existe el Humanismo: Venezuela es la anti-nación. Aquello con lo que Simón Bolívar nunca habría soñado ni en sus peores pesadillas.
La influencia histórica del Libertador fue riquísima y diversa. Simón Bolívar fue un liberal con una gran sensibilidad social, muy acorde a su época, fue tan amante de la libertad como de la igualdad. Dice B. Celis Parra que la influencia del Libertador provino tanto del liberalismo de John Locke y Montesquieu como del estatismo democrático de Rousseau. Además de poseer un gran complemento ideológico personal. Defendió con ímpetu los derechos de los desfavorecidos de su tiempo, pero entendió que para que las sociedades de América fueran libres, cada persona, como ser humano, tenía la capacidad de tomar sus propias decisiones vitales, la gente se hacía rica comerciando, y todo beneficio por muy individual que fuera siempre podía ayudar al beneficio colectivo. Para Bolívar no existían las fronteras. Soñó con una gran nación -que hoy son medianas naciones- que se despedazó con el tiempo. Fue un liberal adecuado a sus circunstancias históricas y a la realidad social de la Venezuela de la época. Y todo, hasta lo mínimo, murió con él.
Hoy, la generación de relevo que inculcaba Marcel Granier, no sabe lo que es una generación, o eso que llaman relevo, o aquello que algunos conocíamos como democracia.
Esa generación a la que pertenezco se difuminó por el mundo: desde Buenos Aires a las playas de Florida, los venezolanos escapamos de lo que nosotros mismos creamos. Algunos otros, no tan irónicamente, seguimos nuestra lucha, exiliados en alguno de esos países que desaparecieron del mapa, donde ser funcionario del Estado es más lujoso que tener un Ferrari, cuando en Venezuela son los funcionarios del Estado, y sus amigos, quienes pueden comprar el Ferrari, mientras el hambre mata y los gobiernos pasan uno tras otro. Eso no es lo que propuso Bolívar, eso no es libertad.

Thursday, September 08, 2005

La URSS y los aviones más peligrosos del mundo


A lo largo de mis largas y merecidas vacaciones de dos meses en la República Bolivariana de la Pobreza, me obsesioné, como buen liberal que soy, con las posibilidades que tenía mi avión de estrellarse cuando yo emprendiera el vuelo a España. No era para más: en esos días se estrelló un MD-88 en Maracaibo, y murieron los 160 tripulantes, antes de eso se incendió un Airbus A340 –el avión más seguro del mundo- de Air France en Canadá, y un poco más al sur se cae un Boeing 737-200 en la selva del Perú. Todo en menos de un mes. Yo tenía que viajar en un DC-10-30 de la aerolínea venezolana Santa Bárbara, que además de ser un avión antiguo (más de treinta años), con muchas horas de vuelo y un historial de 19 aparatos precipitados, algunas aerolíneas, pasadas las puertas del siglo XXI, lo siguen utilizando.
Mi vuelo fue una maravilla. Hubo muy poca turbulencia y a las ocho horas ya estaba en Barajas. Dos días más tarde, el mismo avión DC-10-30 de Santa Bárbara Airlines que me llevó a mí sano y salvo a Madrid tuvo un accidente al despegar realizando el mismo itinerario. Los neumáticos se incendiaron y el piloto tuvo que cancelar el despegue cuando ya finalizaba el recorrido de pista para comenzar a elevarse, a una muy alta velocidad. Por suerte, nadie resultó herido, pero me empecé a interesar desde ese día por las aerolíneas y los aviones más peligrosos del mundo. Y la sorpresa, aunque estadísticamente espeluznante, ideológicamente me pareció, muy a pesar de todo, gratificante.

La aerolínea más peligrosa del mundo
La aerolínea más peligrosa que existe resultó ser la rusa Aeroflot. Pensé que podría afectarle como punto en su favor la combinación de accidentes por número de vuelos, pero fue todo lo contrario. Aeroflot, la aerolínea estatal soviética y ahora la línea aérea internacional rusa, ha registrado, desde 1953 hasta hoy, 127 accidentes aéreos, en los que lamentablemente han muerto 6795 personas. Es decir, que Aeroflot ha matado más gente que las que perecieron en el bando aliado durante el Día D. O que los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington, los de Madrid y Londres, y el ataque aéreo de Pearl Harbor juntos.
Claro que son la suma de más de cincuenta años de vuelos diarios, pero si acudimos a la homología descubrimos que la excusa falla. Iberia, por ejemplo, ha registrado desde 1957 tan sólo diez accidentes aéreos. Y yendo más lejos: American Airlines ha registrado desde 1952, un año antes que Aeroflot, tan sólo 16 accidentes aéreos, de los cuales en tres de ellos no ha muerto nadie, y otro fue el vuelo secuestrado por los terroristas del 11 de septiembre. Es decir, que en 52 años American ha registrado doce accidentes mortales habiendo realizado más de 17 millones de vuelos, lo cual no supera si quiera un 0.70 de riesgo de accidente, mientras que Aeroflot alcanza casi el 7.5. United Airlines ha registrado, sin restar el 11 de septiembre, 21 accidentes aéreos desde 1951, la mitad ocurridos en la década de los cincuenta con modelos de aviones que tienen más de 40 años fuera de servicio en la aerolínea, siendo una compañía que ha acumulado más de 18 millones de vuelos.
La aerolínea más peligrosa de América latina irónicamente es Cubana de Aviación que ha registrado desde 1951, trece accidentes aéreos, de los cuales ocho se produjeron con aviones de fabricación soviética. Pero habiendo realizado tan sólo 330 mil vuelos. Es decir, que el riesgo de accidente en Cubana es del 30. En número de accidentes, la brasileña VASP supera a Cubana por un accidente, pero ha registrado casi dos millones de vuelos, seis veces más que Cubana de Aviación.

El avión más peligroso del mundo
No está de más decir que los aviones más peligrosos de la historia de la Humanidad, han sido, y siguen siendo, los de fabricación soviética, es decir, los aviones construidos con fondos del Estado ruso. Habría sido interesante que el Ministerio de Defensa de España hubiese revisado estadísticas antes de haber dejado volar a sus soldados en uno de los aviones más peligrosos del mundo.
La compañía soviética Yakovlev ha desarrollado dos grandes modelos comerciales, estéticamente muy parecidos al Boeing 727. El Yakovlev 40 ha registrado desde 1972 hasta hoy, 22 accidentes aéreos que han costado 634 vidas: once de ellos, por cierto, con Aeroflot y uno con Cubana de Aviación.
El famoso Yakovlev 42 ha registrado desde 1982 a 2003 lamentablemente tres accidentes aéreos que han matado a 229 personas: uno de ellos con Aeroflot, el segundo con Cubana y el tercero con Ukranian Mediterranean, en el cual murieron más de sesenta militares españoles. Yakovlev ha desarrollado muchos otros modelos que también han sufrido accidentes, pero a pesar de todo, no es la fábrica más peligrosa.
Tupolev, de fabricación soviética, ha desarrollado cinco famosos modelos de avión, entre ellos algunos de los más grandes del mundo. Tupolev ha sufrido 77 accidentes con 5346 muertos.
Antonov, de fabricación soviética, ha registrado un total de 87 accidentes aéreos que han matado a 2949 personas.
Ilyushin, también de fabricación soviética, ha sufrido 77 accidentes aéreos en los que han muerto 3878 personas.
Es decir, que se han estrellado 266 aviones de fabricación soviética en vuelos comerciales a lo largo del mundo. En esos 266 accidentes han muerto, muy lamentablemente, 13036 personas (trece mil treinta y seis).

Conclusiones
La única razón lógica de tan alarmantes cifras puede ser la escasez de fondos para la construcción y el mantenimiento de los aparatos. El Estado ha sido el creador de todo este desastre. La flota de Aeroflot durante la URSS era de 7.500 aviones mientras que actualmente es de 90 aparatos. La mayoría de los accidentes de Yakovlev, Antonov, Tupolev e Ilyushin se han producido en vuelos de Aeroflot. La aerolínea rusa fue fundada por el Estado Soviético en 1923 y para 1992, tras la caída del régimen comunista, el 49% del capital pasó a manos privadas. La cantidad de vuelos realizados en Aeroflot desde la década de los cincuenta –que es donde empieza el recuento- es muy similar al de muchas aerolíneas americanas. Asimismo, el número de accidentes ha sido colosalmente mayor. Esto además demuestra, en un lenguaje sencillo, la ineficiencia del Estado absoluto para sostener un gasto que no le corresponde.
Busqué otras excusas para justificar los accidentes: el frío, por ejemplo, no sirvió como pretexto. Si bien, tal vez las aeronaves de gran envergadura necesitan un mayor mantenimiento en temperaturas muy bajas, este tipo de aparatos está capacitado para volar en las condiciones más inimaginables. A 30.000 pies de altura la temperatura exterior puede alcanzar los -70º C y mucho menos. Además, revisando estadísticas, otras aerolíneas que deben atenerse a las mismas condiciones meteorológicas no presentan cifras alarmantes: Air Canadá ha registrado tan sólo cuatro accidentes mortales; Icelanair ha registrado dos accidentes mortales de hace más de cincuenta años; Canadian Pacific Airlines ha registrado sólo seis accidentes mortales, todos anteriores a 1966. Además, los aviones soviéticos se estrellan tanto en Rusia como en Cuba, o Afganistán y Colombia. Las temperaturas no son la causa de la inseguridad de los aparatos.
Otra cuestión a tomar en cuenta es que también se caen aviones de fabricación americana, no lo negamos, pero estadísticamente todo es distinto. El Boeing 737 ha realizado unos 76 millones de vuelos y se han estrellado cuarenta y siete, siendo el riesgo de accidente del 0.62. Además, cuarenta y dos de los siniestrados han sido de aerolíneas africanas, chinas y latinoamericanas, caracterizadas por carecer de fondos para el mantenimiento. Igualmente, China Airlines, Air India y Vietnam Airlines que son conocidas como aerolíneas peligrosas, no superan los 25 accidentes las tres juntas, mientras que Aeroflot alcanza los 127 accidentes.
Además, y aunque parezca imposible, desde la privatización parcial de Aeroflot en 1992 (privatizada un 49%) tan sólo se han producido tres accidentes aéreos, el último no registró víctimas; mientras que en tiempos de la URSS se producían unos cinco accidentes mortales cada año. Desde 1992 Aeroflot incorporó en su flota aviones de fabricación estadounidense como el Boeing 767 o de fabricación europea, como el Airbus A340.
Cuando se suman las víctimas del comunismo, lo primero que nos viene a la cabeza son los cuarenta millones de fusilados en la URSS, o las millones de víctimas de la hambruna ucraniana o simplemente aquellos que intentaban saltar un muro en busca de libertad. Pero cada una de las vidas perdidas en los regímenes socialistas ha sido un medio para alcanzar un anhelado fin inexistente, una utopía. ¿Patria o muerte? La muerte, sin duda alguna, la muerte.

Base de datos de accidentes aéreos: Air Disaster
Historia de las aerolíneas:
Airline History