____ ____ ____ ____ ____ Oliver Laufer: Historia de los Partidos Politicos en la Venezuela Democratica

Monday, November 05, 2007

Historia de los Partidos Politicos en la Venezuela Democratica

El 5 de marzo de 1931, durante la dictadura de Juan Vicente Gómez, nacía el Partido Comunista de Venezuela (PCV).

Todos los partidos políticos de nuestro país hasta hoy han brotado del PCV.

En 1937, del PCV nacía el Partido Democrático Nacional (PDN), un movimiento izquierdista que actuó como prólogo de Acción Democrática (AD). Efectivamente, AD fue creada por Rómulo Betancourt en 1941, uno de los fundadores del Partido Comunista, posicionándose como principal movimiento socialdemócrata en Venezuela, y miembro pleno, hasta nuestros días, de la Internacional Socialista.

Del PCV también saldría el Movimiento Al Socialismo (MAS), que migró del marxismo a la socialdemocracia con el paso de los años. De sus miembros más notables podemos recordar a Teodoro Petkoff y a José Vicente Rangel. El MAS formaría parte del Polo Patriótico que llevó a Hugo Chávez al poder en 1998.

Rangel fue apoyado en 1983 por el Movimiento Electoral del Pueblo, partido socialista nacido en 1967 de antiguos miembros de AD.

De otra división en Acción Democrática surgiría el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), en 1960. Este partido se dividió y nació en 1969, la Liga Socialista, fachada política de la Organización de Revolucionarios (OR). La Liga Socialista, curiosamente, también apoyó la candidatura de Rangel en 1983.

Pero la izquierda seguiría multiplicándose desde Acción Democrática nacionalmente: Claudio Fermín fundaba Renovación (Encuentro Nacional) en 1998. Al igual que Antonio Ledezma, quien dos años más tarde crearía Alianza Bravo Pueblo (ABP), movimiento socialdemócrata de centro-izquierda, el cual se fusionó con el Polo Democrático. A su vez, el Polo era una fusión izquierdista entre “Vamos” y el Grupo Socialdemócrata (GSD), que surgían ambos de una escisión dentro de “Podemos”, partido socialdemócrata que había nacido del MAS.

La historia es aún más divertida.

El Polo Democrático también estaba compuesto por antiguos miembros de Solidaridad, un movimiento izquierdista que surgió de la división de cuatro diputados del MVR chavista en 2001. De igual manera, aunque resulte increíble, el Polo se fusionaría a comienzos de 2007 con Un Nuevo Tiempo (UNT), partido de izquierda socialdemócrata del Gobernador zuliano Manuel Rosales, candidato presidencial en 2006.

Izquierda Democrática, que nacía de una división interna del MAS en 1999, también se fusionó con UNT, al igual que el movimiento socialdemócrata Un Solo Pueblo. De igual manera, Manuel Rosales formó parte de Acción Democrática desde sus inicios políticos, llegando a ser miembro de su Dirección Juvenil en Zulia.

Pero la historia sigue.

El Partido de Caldera, Convergencia, estaba compuesto, obviamente, por antiguos miembros de COPEI, pero también del MAS, del MEP, e incluso del Partido Comunista de Venezuela.

Mientras tanto, de AD seguían multiplicándose los partidos de izquierda, al igual que de COPEI. Algunos disidentes de COPEI crearían otro partido socialcristiano con aire más juvenil, Primero Justicia (MPJ). Lo interesante es que en MPJ también entrarían antiguos adecos, como Liliana Hernández, quien habría pasado una temporada de Diputada por Alianza Bravo Pueblo, después de haber formado parte de Acción Democrática. De igual manera, Hernández abandonaría MPJ para sumarse a las filas de Un Nuevo Tiempo, junto a Manuel Rosales.

Leopoldo López, Alcalde de Chacao, también abandonaría MPJ para unirse a UNT, convirtiéndose en uno de los principales promotores de la “democracia social” (socialdemocracia al revés) en la actualidad. Pero al movimiento centro-izquierdista zuliano se sumarían otras personalidades, como Gerardo Blyde, quien se convertiría en su Secretario General y quien fue miembro de MPJ desde sus inicios políticos.

De COPEI no sólo surgió Primero Justicia. Otro movimiento socialcristiano, Proyecto Venezuela, nacería en 1998 gracias a antiguos miembros de COPEI, entre ellos Enrique Salas Romer.

Eso no es todo.

Recordemos que de la división del Partido Comunista nació el MAS, pero también Causa R, ambos en 1971. Entre sus dirigentes más afamados estaría Francisco Arias Cárdenas, quien participaría en el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 junto a Chávez. Uno de sus dirigentes más importantes fue también Aristóbulo Istúriz. Ambos abandonarían Causa R para tomar caminos distintos. Arias Cárdenas creó un movimiento llamado “Unión” e Istúriz fundó en 1997 el chavista Patria Para Todos (PPT), que se alinearía en el Polo Patriótico que llevó a Chávez al poder en 1998.

Arias Cárdenas apoyó a Chávez en 1998 aunque luego se convirtió en opositor y se lanzó a la presidencia para las elecciones generales de 2000 contra el mismo Chávez. Fue apoyado por Causa R y Bandera Roja (por cierto, Bandera Roja, hoy partido opositor a Chávez fue creado por un grupo de disidentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, que a su vez era una escisión de Acción Democrática. Comenzaron siendo marxistas y migraron hacia el socialismo moderado con el paso de los años).

Arias Cárdenas se arrepentiría muy pronto, y en 2005 se volvería a convertir en chavista, disculpándose ante Chávez por sus errores. Chávez, muy gustoso lo nombró Embajador de Venezuela en la ONU, y actualmente, miembro de la Comisión Promotora del Partido Socialista Unido de Venezuela.

Arias Cárdenas no es el único con un historial curioso. Pompeyo Márquez fue miembro del partido raíz (Partido Comunista de Venezuela) y guerrillero durante la década de 1960. Posteriormente, Márquez fue uno de los fundadores del MAS. Compartió prisión con Petkoff y fue senador socialista en la década de 1980. Asimismo, no apoyó la candidatura de Chávez en 1998, abandonando el MAS y sumándose a la escisión de Izquierda Democrática en 1999 (aunque ahora se la llevan bien ambos partidos). A comienzos de 2007, el antiguo guerrillero comunista se uniría a las filas de Un Nuevo Tiempo, junto a Manuel Rosales.

Historia muy parecida es la de Teodoro Petkoff, quien junto con Pompeyo Márquez fue guerrillero comunista en los años sesenta y se convertiría en fundador del MAS, después de haber estado en el PCV. Fue candidato socialista a la presidencia de Venezuela en 1983 y en 1988, donde recibió el apoyo del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Asimismo, se sumaría al chiripero de Convergencia en 1993, y el Presidente Caldera lo nombraría Ministro, pasando a manejar la Oficina Central de Coordinación y Planificación por unos años. Intentó correr en las presidenciales de 2006 pero no obtuvo los apoyos necesarios y consecuentemente, pactó con Manuel Rosales a finales de ese año.

La ideología chavista ha sido determinante para la unificación. Ante la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), las raíces de 1931 no abandonarán el proceso revolucionario. Al PSUV se unirán el MVR, la Liga Socialista y el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), entre otros. Recordemos que la Liga Socialista venía del MIR, y el MIR nacía de Acción Democrática. Y recordemos que el MEP también nació directamente de Acción Democrática y que, además, apoyó el chiripero de Caldera en 1993.

Podríamos continuar enumerando políticos venezolanos que han pasado por gobierno y oposición pero que nunca han abandonado las ideas estatistas, también podríamos seguir enumerando partidos del ala izquierda. Sin embargo hay algo muy cierto: un golpe de Estado es un crimen gravísimo contra la soberanía democrática de cualquier país.

Si el Ex Presidente Rafael Caldera no hubiera indultado a Hugo Chávez y a los demás golpistas de 1992, hoy no habría una revolución socialista en Venezuela, aunque sí, sin embargo, un gobierno socialista “democrático”. El último gobierno previo a Chávez estuvo conformado por miembros del Movimiento Al Socialismo, el PCV y el Movimiento Electoral del Pueblo. Fue la sentencia de muerte de la centro-izquierda que había gobernado desde el Pacto de Punto Fijo, y de la que habían surgido decenas de partidos políticos, todos de izquierda, que desde hace décadas han influido en la sociedad venezolana.

La historia de los partidos políticos en la Venezuela democrática es muy simple. Cualquier árbol genealógico de la política venezolana de gobierno y oposición tendrá una raíz clara en el Partido Comunista de Venezuela, sea directa o indirecta, lejana o inmediata. Los que no la tienen, sin embargo, no abandonan nunca las ideas socialistas.

Ahora es cuando deberíamos preguntarnos: ¿cuándo va a tener Venezuela un sólido partido político liberal y de derechas, claro ideológicamente, independiente y capitalista que se oponga a las barbaridades que nuestros políticos han cometido en el último siglo?

Nunca lo hemos tenido. Por eso Venezuela es lo que es.

Pero no por mucho tiempo.

5 Comments:

Blogger Pablo Otero said...

¿Se podría extrapolar la historia de la transición en Polonia a Venezuela? En Polonia fueron los sindicatos y grupos católicos quienes -en un contexto muy concreto- propiciaron la transición democrática. ¿Es previsible un cambio de esas características en las "democracias populares" hispanoamericanas? Un saludo desde España, mucha suerte y no os rindáis.

5:34 PM  
Anonymous Anonymous said...

Juan Carlos, ¿porqué te callaste frente a Videla?, por José Pablo Feinmann


Se sabe: el Prólogo que Sartre escribió para el libro de Fanon es infinito. Lo es sin duda para los que asumimos que la Historia no deja de remitirse a él, de convocarlo. Sucede algo y nos encontramos diciendo: "Esto ya lo decía Sartre en el Prólogo a los condenados de la tierra". Si tocamos el tema del sujeto: Sartre lo saca de Europa y lo pone entre negros, en Argelia. Era, Europa, el sujeto, ahora es el objeto. El sujeto es la descolonización. Si polemizamos sobre la violencia, ahí, otra vez, está el texto de Sartre, violento de cabo a rabo; violento en su expresividad lingüística y conceptual. Violento en su desbordada genialidad. Violento en su desmesura, en el constante acto de excederse a sí mismo. Violento en sus postulaciones concretas. Se conocen:


"Hay que matar". O también: cuando el colonizado mata al colono nace un hombre libre y queda un hombre muerto. No esperábamos –sin embargo– lo que acaba de suceder. De aquí nuestro asombro, nuestra perpleja pero precisa verificación de la siempre renovada actualidad de ese Prólogo. Acaba de llevarlo a primer plano el rey Juan Carlos de Borbón.

No vamos a extendernos sobre la importancia del lenguaje en los últimos cincuenta años de la filosofía. Para Wittgenstein el mundo y el lenguaje son coextensivos. Sólo es relevante aquello que se encuadra en la lógica de las palabras. Escribe: "Los hechos en el espacio lógico son el mundo" (Tractatus Logico-philosophicus, 1.13). Y luego: "A los objetos sólo puedo nombrarlos. Los signos hacen las veces de ellos (...) Una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, no lo que es" (3.221). Toda proposición que intente decir qué es una cosa es una proposición metafísica. No puedo decir qué es una cosa. No hay cosas, hay signos. De aquí la célebre fórmula final del Tractatus: "De lo que no se puede hablar hay que callar". Heidegger –desde una posición diferenciada pero no menos firme en la aseveración de la primacía del lenguaje– hablará del lenguaje como morada del Ser. Lacan dirá que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Sólo estoy señalando algunos célebres ejemplos. Miles, miles de páginas se han escrito partiendo de estos postulados. A este giro de la filosofía se le ha puesto un nombre: giro lingüístico. Cuando Michel Foucault propone, en Las palabras y las cosas, la "muerte del hombre" es para reemplazarlo por la trama histórica posestructuralista, cuya vertiente más señaladamente semiológica (la que hunde sus raíces en Ferdinand de Saussure) lo reemplaza, sin más, por el lenguaje. Si el "lenguaje", en estas corrientes de la filosofía, tiene la potencia de ponerse en el lugar del "hombre" de la modernidad, mucha habrá de ser su centralidad, su importancia, y acaso su posesión. De aquí que Sartre empiece su Prólogo diciendo: "No hace mucho tiempo, la Tierra estaba poblada por dos mil millones de habitantes, es decir, quinientos millones de hombres y mil quinientos millones de indígenas. Los primeros disponían del Verbo, los otros lo tomaban prestado". ¿Qué es el Verbo? Digamos dos o tres sinónimos: palabra, voz, lengua. El Verbo (no en vano Sartre elige esta palabra) es el célebre logos de los griegos. Sería interminable extendernos sobre el concepto. Sólo bastará señalar que logos es palabra o concepto o discurso o razón. En latín, verbo es verbum. Quienes fueron jovencitos estudiantes de filosofía durante los tempranos años sesenta recordarán –como yo recuerdo– que había ahí, en la calle Viamonte, dos librerías: Verbum y Galatea. Verbum era un nombre formidable para una librería que mostraba en su vidriera libros de Platón, Descartes, Kant o Husserl. O la Diana de Montemayor. O el Persiles de Cervantes. En mi Diccionario de griego no bien llega uno a la palabra logos (que significa, ante todo, "palabra") lo atrapa el vértigo: hay tres columnas a partir de ahí y las complejidades no parecen terminar. No en vano el Verbo era propiedad de los europeos. El Verbo en tanto razón, en tanto palabra. Hablar es disponer del Verbo. El escándalo es que a partir de la descolonización los colonizados se han apropiado del Verbo. Ya no lo toman prestado. Lo usan, y lo usan contra los colonizadores. Son capaces de decir cosas terribles. Por ejemplo: "Entre colonizador y colonizado sólo hay lugar para el trabajo forzoso, para la intimidación, para la presión, para la policía, para el tributo, para el robo, para la violación, para la cultura impuesta, para el desprecio, para la desconfianza, para la morgue" (Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo, Akal, 2006, p. 20). Es Aimé Césaire el que acaba de usar el verbo. Césaire, poeta y dramaturgo negro, que nació, como Fanon, en Martinica. Qué cosas tan incómodas ha dicho. ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve a usar contra el colonizador el Verbo que éste le ha prestado? Si se han hecho hombres por nosotros, si se han integrado a la Historia porque cierta vez los invadimos, les dimos un Dios, matamos a los inútiles y los rebeldes, les quitamos sus riquezas y les dimos la Razón, el Progreso, la Civilización. ¿Por qué usan contra nosotros una palabra que nosotros les dimos? ¿Por qué no se callan?

Un rey, durante estos días, perdió los estribos durante una Cumbre Iberoamericana que se realizó en Chile. Tenía ante sí a un presidente latinoamericano, oscurito para colmo, con rasgos de indígena y que hace un uso brillante del Verbo. El rey, se sabe, es el anacrónico Juan Carlos de España. El presidente latinoamericano es el polémico Hugo Chávez. Aquí no voy a referirme a ninguno de los dos. Del rey ya he dicho que es un anacronismo. Todo monarca, sea inglés, sea holandés o sea español, es un anacronismo escandaloso en el siglo XXI. De Chávez hablaremos en otra oportunidad. Pero hay que decir que en cuanto al Verbo, en cuanto a la palabra, Chávez lo maneja infinitamente mejor que el rey. Quien sólo fue capaz de una rabieta inadecuada, de una ira de monarca en tierra de salvajes: "¿Por qué no te callas?", célebremente ya le dijo a Chávez. Toda la historia del colonialismo late en esa frase. Basta de usar el Verbo, tú, hijo de indígenas, descendiente de esclavos. Es un rey europeo el que te lo ordena. Un descendiente de colonizadores, de osados aventureros que os han descubierto para la Historia, de una civilización que ha puesto el Verbo en tu bocaza insolente. Chávez es un orador brillante. Podemos creerle o no. Pero el monarca que pretendió hacerlo callar sólo es un ente arqueológico, aturdido, un rescoldo de tiempos ásperos y viejos que sólo sabe dar órdenes a quienes considera naturalmente (y por tradición) inferiores a él. Qué sorpresa, sin embargo, majestad. Ahí, frente a usted, un indígena levantisco usa el Verbo en su contra, él, a quienes ustedes se lo entregaron como gracia de Dios, lo usa mejor que ustedes y los saca de las casillas, los arroja a la indignidad de los malos modales, lo transforma, a usted, majestad, en un rey que pierde los estribos ante un vasallo que le moja la oreja, qué deshonor, qué vergüenza ante la historia, ante su linaje, debiera usted, acaso, pensarlo bien y luego, elegantemente, abdicar.

En su última contratapa, la revista Barcelona exhibe una foto del rey Juan Carlos de Borbón, de su esposa, Sofía, y, junto a ellos, hay un genocida, el general Jorge Rafael Videla. El rey español y su mujer lo visitaron, lo respaldaron con su presencia y no le dijeron que se callara. Tal vez porque Videla hablaba poco, tal vez por otros motivos. Como fuere, le entregaron el prestigio de una monarquía europea, fortaleciéndolo. Los que hacen Barcelona publican la foto y una frase: ¿Por qué te callaste? La frase está dirigida al rey Juan Carlos Si ahora ordená callar a Chávez, ¿por qué él se calló ante Videla?

7:53 AM  
Anonymous Anonymous said...

Muy bien el articulo; pero, segun tengo entendido, Betancourt nunca milito en PCV. Milito en el partido comunista de republica dominicana, pero no en el PCV. CLaro, es una mera anotacion tecnica, nada relevante con relacion al contenido del articulo.
En todo caso, esa informacion la extraigo del libro "Romulo Betancourt: Politico de nacion", de Manuel Caballero, que si bien es de izquierda, no veo porque desconfiar de su confiabilidad en ese asunto en particular.
Saludos. Guillermo Guerrero (wolfgg265@gmail.com)

6:22 PM  
Blogger Danny Ayala Hinojosa said...

Está un poco olvidado este blog, más actualización por favor y ánimo, estás agregado en el-federalista.blogspot.com

12:55 PM  
Blogger Víctor Terán said...

ok, este site lleva casi dos años cerrado, que lastima, pensaba linkearte

2:34 AM  

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