____ ____ ____ ____ ____ Oliver Laufer: January 2006

Friday, January 27, 2006

VI Foro Social Mundial

En Venezuela se está desarrollando un evento histórico sin precedente alguno. Tanto así, que los caraqueños están empezando a notar que algo falla: desde hace unos días el tráfico es espantoso, los niños llegan al colegio una hora más tarde de lo habitual, aquellos jardines verdes se han transformado en un enorme campo de tiendas de campaña. Hace calor, la gente llega tarde al trabajo, llega tarde a casa, a donde sea que se vaya, la gente llega tarde. En Caracas se celebra, al parecer, el VI Foro Social Mundial.

Al bajar del 747 de Air France, los turistas verán que la bufanda palestina, por muy simbólica, en Caracas será insoportable. Después de unas tres horas, lograrán salir del aeropuerto.

Desde hace un mes, la Autopista Caracas – La Guaira colapsó ya que el viaducto número uno, que tiene cuarenta y nueve años, y que se está viniendo abajo desde hace veinte, inhabilitó el paso de vehículos en esa hermosísima obra de ingeniería arcaica que, asimismo, conectaba con Caracas en menos de treinta minutos.

Por eso, para llegar a la Capital, ahora es necesario llevar a cabo un extraordinario viaje de seis horas por la carretera vieja (imaginen qué tan vieja). Cuando lleven tres horas en el autobús se encontrarán con el Barrio de Plan de Manzano, minado de propaganda chavista en las paredes de los ranchos, y niños descalzos jugando baseball a las 10 de la mañana. ¿No deberían estar estudiando? No se sabe, y si se sabe no se dice.



Antes de Caracas, un túnel oscuro y contaminado, y encima, uno de los barrios más peligrosos de la ciudad. A los ecologistas les extrañará que la capital sea un vertedero de escombros y una nube negra de monóxido. Aquellos que vinieron en tiempos rosas balbucearán –o callarán- que antes no había tanta pobreza ni tanta basura y que, extrañamente, se siguen utilizando los mismos vehículos que se utilizaban en los tiempos del Presidente Pérez (A saber cuál de todos). Pero hay algo diferente. Ahora es difícil distinguir a un pobre de un nuevo rico y a la clase media de la clase baja. ¡Será la sociedad sin clases! O tal vez la sociedad de los pobres.
Tampoco les sorprenderá que cada minuto de recorrido se encuentren con una docena de imágenes del Presidente de la República. ¡Ojala hubiese propaganda antiamericana en Europa! – así la haya, se dice-.
En el camino, si lo convierten en tour, se encontrarán con el Ministerio de Interior y Justicia. Al Ministro no lo verán: entra por detrás ya que el único ascensor que funciona es el de carga. Más adelante familias de indígenas, durmiendo en plazas, intentarán vender, esperemos que no en vano, sus logros artesanales. Cruzarán la Avenida Libertador en probablemente menos de una hora, doblarán a la derecha por encima de la Francisco Fajardo, tal vez entregando una moneda de 100 bolívares al niño que pide dinero bajo la lluvia, y, de inmediato, en frente, se encontrarán con el Aeropuerto Gen. Francisco de Miranda. En la Venezuela Saudita, los caraqueños solían aparcar ahí sus avionetas después de llegar de Curazao. Hoy es un aeropuerto militar intervenido por el gobierno del Presidente Chávez. Es entonces cuando se darán cuenta que el enorme tráfico de treinta y cinco mil escuálidos lo han creado los mismos organizadores del evento mundial sin precedentes.

Los buhoneros intentarán vender tostones, cargadores de Nokia y El Universal, pero los turistas, ahogados por el humo del autobús de adelante, guardarán su dinero para después. Hay que recordar que, gracias al control de cambio, o se gastan todos sus bolívares o se los guardan de recuerdo.

Ya en el Foro se discutirán los temas que están destrozando al planeta. Uno de ellos, sin duda, la Globalización:
Gracias a Chávez, de las 11.000 industrias que había en 1998 hoy quedan tan sólo 5.000.
La inversión extranjera cayó de dos billones de dólares a un billón.
La deuda externa alcanza los 50 billones de dólares (frente, claro está, a los casi 28 billones que había dejado la actual e incompetente oposición socialista).
La Globalización ha sido asfixiada, salvo en algunos casos. Y por eso hoy ¡el Gobierno bolivariano avanza!

Tanto así, que los excitados turistas galos, después de parar el tráfico en la Plaza de Las Tres Gracias, muy cerca de algunos de los últimos apartamentos invadidos por el Gobierno, saldrán a pasear entre la muchedumbre venezolana para encontrarse con cultísimos intelectuales de hoy, como Dulce, Marina Silva, Gilberto Gil y algunas otras personas mundialmente conocidas, donde podrán apreciar en su máximo esplendor la cúspide de las artes, las letras y las ciencias.

Allí podrán fotografiar a activistas tan conocidas como Cindy Sheehan, que yace de pie sobre los cuerpos descompuestos de ciento noventa y dos mil niños kurdos, un millón de familias iraníes, ciento treinta y cinco mil kuwaitíes, tal vez otro millón de iraquíes y, en muchos casos, sus correspondientes miembros corporales.

De tan importante evento será necesario un recuerdo familiar. Por eso comprarán camisas y sudaderas del VI Foro Social Mundial, realizando, por tanto y tal vez no inconcientemente, un libre intercambio entre oferente y demandante. Los turistas, o asistentes de cualquier tipo, comprarán la camisa a un precio con el cual sientan que han quedado totalmente satisfechos. La devaluación, recordemos, ayudará a acentuar dicha sensación. El oferente, por su parte, podrá recibir las ganancias por encima del precio de fabricación, y éstas servirán para invertirlas en bienes y servicios que posteriormente podrían ser comerciados con otro grupo de socialistas.
Las camisetas probablemente fueron fabricadas en Colombia y sus imágenes impresas en Venezuela con maquinaria estadounidense que colabora en la disminución de los gastos de producción. La acción de producción y transporte hasta el vendedor, habrá creado cerca de quince puestos de trabajo directos y tal vez miles de trabajos indirectos. Pero sus resultados colaborarán paradójicamente en la propaganda del socialismo.

Ya de paseo por la capital y sus devastadas infraestructuras, poco antes del regreso a la Madre Patria o al país de las Guillotinas, podrán encontrarse con muchas cosas. Desde malas caras a mucha gente trabajadora anhelando ser dueña de sus acciones y decisiones, que gracias a una enorme fuerza rojiza y omnipotente han visto como su nivel de vida ha pasado de la bonanza de antaño a transformarse en un eslabón más de ese mapa teórico que componen los errores humanos y sus justas doctrinas sociales.

*Todas las fotos, salvo las del evento que son de El Universal, pertenecen a mi proyecto Venezuela en Imágenes, cuya base de datos, de más de 500 fotos, se hará pública el 10 de Febrero.
*Mi ausencia se debe a que estoy trabajando en otro proyecto de gran magnitud, que saldrá a la luz también a mediados de Febrero.