Buen Viaje Doctor Friedman
Se le recordará, Profesor Friedman, porque Usted marcó un antes y un después en la historia del liberalismo, y de la economía mundial. Se le recordará porque Usted demostró que no hay que ser austriaco para ser liberal, ni estudiar en Viena para ser economista.
Se le recordará, Señor Milton, porque Usted demostró que las libertades individuales y la economía libre son valores supremos en las relaciones humanas. Y que si queremos progresar y vivir nuestra vida en paz, debemos seguir los dictámenes de la libertad. Usted demostró que no es fácil, pero sí posible.
Se le recordará porque usted nos hizo recordar que no es malo ser rico y que el Capitalismo nos puede alejar de la pobreza. Usted nos hizo recordar que todos somos potencialmente iguales pero que nuestras ambiciones difieren porque somos únicos. Que la igualdad, siendo una libertad, se limita a los derechos del hombre y a las oportunidades que nos brinda el Mercado.
Se le recordará porque usted demostró que la inflación es un efecto del estatismo y que Lord Keynes no tenía razón. Usted demostró que la Gran Depresión fue más dolorosa porque el Estado fue más grande. Fue escuchado y fue premiado, Doctor.
Le recordaré, en lo personal, cada vez que compre un lápiz. Imaginando de dónde viene la pintura amarilla que lo cubre, de dónde viene su madera y de qué país proviene el grafito que hay en su interior. Y mientras imagino, sabré que estoy compartiendo unos segundos de mi vida con miles de culturas, razas y credos distintos gracias a la bondad natural del Mercado. Lo sabré porque Usted me lo enseñó.
Se le recordará, Profesor, porque sin Usted, Pinochet habría continuado asesinando inocentes. Usted demostró a los chilenos que la democracia es un efecto natural del Mercado. Se le recordará porque sin Usted, a Ronald Reagan se le recordarían menos logros y a Thatcher menos carácter. Porque Schwarzenegger, al igual que yo, escapó de una Europa conformista buscando oportunidades fuera, y le encontró a Usted.
Se le recordará cada vez que el sistema de bienestar demuestre que no satisface a la sociedad y cada vez que se hable sobre la libertad con miedo. Le recordaré cada vez que aterrice en O’Hare o me queje del frío de Illinois y cada vez que vea la grandeza de los rascacielos de Chicago. Cada vez que cambie Bolívares por Dólares, y dólares por Euros le recordaré. Cada vez que lea a su hijo y me lleve las manos a la cabeza; en cada debate político y en el futuro, cuando mi esposa sea liberal de verdad, como la suya.
Buen viaje Doctor Friedman. Se le recordará siempre.
Se le recordará, Señor Milton, porque Usted demostró que las libertades individuales y la economía libre son valores supremos en las relaciones humanas. Y que si queremos progresar y vivir nuestra vida en paz, debemos seguir los dictámenes de la libertad. Usted demostró que no es fácil, pero sí posible.
Se le recordará porque usted nos hizo recordar que no es malo ser rico y que el Capitalismo nos puede alejar de la pobreza. Usted nos hizo recordar que todos somos potencialmente iguales pero que nuestras ambiciones difieren porque somos únicos. Que la igualdad, siendo una libertad, se limita a los derechos del hombre y a las oportunidades que nos brinda el Mercado.
Se le recordará porque usted demostró que la inflación es un efecto del estatismo y que Lord Keynes no tenía razón. Usted demostró que la Gran Depresión fue más dolorosa porque el Estado fue más grande. Fue escuchado y fue premiado, Doctor.
Le recordaré, en lo personal, cada vez que compre un lápiz. Imaginando de dónde viene la pintura amarilla que lo cubre, de dónde viene su madera y de qué país proviene el grafito que hay en su interior. Y mientras imagino, sabré que estoy compartiendo unos segundos de mi vida con miles de culturas, razas y credos distintos gracias a la bondad natural del Mercado. Lo sabré porque Usted me lo enseñó.
Se le recordará, Profesor, porque sin Usted, Pinochet habría continuado asesinando inocentes. Usted demostró a los chilenos que la democracia es un efecto natural del Mercado. Se le recordará porque sin Usted, a Ronald Reagan se le recordarían menos logros y a Thatcher menos carácter. Porque Schwarzenegger, al igual que yo, escapó de una Europa conformista buscando oportunidades fuera, y le encontró a Usted.
Se le recordará cada vez que el sistema de bienestar demuestre que no satisface a la sociedad y cada vez que se hable sobre la libertad con miedo. Le recordaré cada vez que aterrice en O’Hare o me queje del frío de Illinois y cada vez que vea la grandeza de los rascacielos de Chicago. Cada vez que cambie Bolívares por Dólares, y dólares por Euros le recordaré. Cada vez que lea a su hijo y me lleve las manos a la cabeza; en cada debate político y en el futuro, cuando mi esposa sea liberal de verdad, como la suya.
Buen viaje Doctor Friedman. Se le recordará siempre.