La típica barbaridad de la progresía europea, que lanzó antaño el PCI, afirmando que todo aquel que no era socialista, era, sin duda alguna, fascista. Cuando los fascistas eran, paradójicamente, tan socialistas como los antifascistas. Y es que Rumbo Propio no es de extrema derecha, ni lo será, porque es, cuanto menos, uno de los pocos movimientos venezolanos que está en contra de los totalitarismos de cualquier índole y de cualquier lado.

Y basándonos en la hipotética distribución por lados del panorama político, amén de la Asamblea Constituyente Francesa previa a la revolución, Rumbo Propio sería de derechas por el mero hecho de abogar por la libertad. Por eso, Rumbo Propio es un movimiento de derechas, entendida la derecha como el lado político que defiende y escuda a los derechos y libertades humanas, individuales y económicas que nos permiten vivir como seres libres, independientes e individualistas.

El intelectualísimo Luis Britto, no dudaría en afirmar que «todo plan secesionista se traza en las mesas de las grandes potencias. Y, para recalcar desde una perspectiva liberal, todo plan de la demagogia socialista se traza, al unísono, bajo los dictámenes de las mismas mentiras y la argucia y sucia contra-información del chavismo venezolano.»