Irak: del genocidio al daño colateral
Hace algo más de tres meses, The Lancet publicaba un estudio sobre el número de bajas en Irak desde que se produjo la intervención aliada en marzo de 2003. El estudio, como era de esperar, se propagó rápidamente por todos los medios que pudo, filtrando ya una información que, por más que se intentara desmentir, sería poco menos que imposible.
La publicación, que según sus autores se basa en cifras conservadoras, data en cien mil las víctimas desde que se produjo la invasión aliada que derrocó al régimen de Saddam Hussein, o sea, desde marzo de 2003, hasta octubre, aproximadamente, de 2004.
Ahora bien, hay que tomar en cuenta varios aspectos previos para comprender mi anotación. Primero: que el estudio de Lancet es un fraude, además fácilmente comprobable, y eso es precisamente lo que intento demostrar aquí. Segundo: las cifras reales son muchísimo más bajas de lo que se cree. Tercero: de ser cierto, habrían sido necesarias unas 22 guerras y postguerras de Irak para igualar el número de víctimas que ha causado el régimen de Hussein; y de ser falso, que lo es, esta cifra se multiplicaría aún más y de una manera realmente vertiginosa.
El estudio de Lancet se basa en una proyección o estimación del número de víctimas que pudo producirse en un tiempo determinado, es decir, que sus autores no tienen datos sólidos en los que sustentar su hipótesis, porque las cifras oficiales, por muy elevadas que sean, nunca alcanzarán los cien mil muertos, ni se acercarán siquiera al número citado.
Es falso también que las víctimas de dicha proyección sean en su totalidad civiles. En una guerra moderna, con los medios armamentísticos de última tecnología, el daño colateral nunca superará al número de bajas de los combatientes enemigos. El daño colateral de la operación militar que derrocó a Hussein es el más bajo, porcentualmente hablando, que se ha producido en los conflictos bélicos de gran índole a lo largo de nuestra historia contemporánea. Y no es una cuestión de suerte. El Ejército estadounidense toma el evitar víctimas inocentes como principal punto de partida en la modernización del material bélico, y esa premisa es de dominio público.
The Lancet no ha sido la única organización contraria a la guerra de Irak que ha realizado estudios basados en el número de víctimas de la contienda. Existen organizaciones especialmente dedicadas a ello, y que además basan sus cifras en bases de datos reales, con fuentes de las que sustentarse tales como los medios de comunicación y las cifras oficiales del Estado iraquí.
La más famosa de ellas es Iraq Body Count, que desde marzo de 2003 ha ido sumando todas las muertes violentas que se han producido dentro Irak en una base de datos donde se da la fuente consultada, la fecha y las circunstancias de la muerte. Su actualización es diaria y está vinculada desde miles de sitios webs.
Revisé las 24 páginas que conforman la base de datos de Iraq Body Count, comprobando cuales eran las causas de las muertes. Un 60% (aprox.) se han producido a consecuencia del terrorismo islámico y la llamada resistencia iraquí. Las demás se atribuyen a la acción militar directa del Ejército norteamericano. Según IBC, el Ejército de EE.UU. ha eliminado a cerca de 7.350 personas inocentes desde que se produjo la invasión hasta hoy. Cifra aún imprecisa, lo cual explicaré más adelante.
Hasta hoy también, hay un mínimo de 15.475 y un máximo de 17.703 víctimas desde la invasión de Irak. Cifra muy lejana a la que publica The Lancet. Tiene, además, una variación de 2.300 personas ya que los medios citados en ocasiones entran en contradicción, como es de esperar. Esta semana, por ejemplo, ha habido ocho coches bomba en todo Irak, una gran parte de ellos con piloto suicida (que también se agrega a la base de datos en función de víctima) por los que han muerto unas 50 personas inocentes. Cabe destacar que la violencia ha aumentado en el último mes raudamente ya que se acercan las elecciones democráticas el día 30. Además, IBC incluye en su base de datos a las víctimas de las deficiencias sanitarias del país, del mal funcionamiento de los hospitales públicos y las víctimas que han padecido incumpliendo la ley, es decir, los delincuentes; ligando dichas circunstancias, por lo tanto, al invasor norteamericano.
Cuando se observa la base de datos de mayor a menor en cuanto al número de víctimas, comenzamos con 19 hospitales de Bagdad a lo largo del mes de la contienda, en los que la cifra ronda entre las 1492 y las 2009. No se dan las causas de la muerte ni las circunstancias. En suma, son unas 5500 las de hospitales y morgues, que además de presentar una variación alarmante, no se restan a las sumas individuales, por lo que podrían estar repetidas. Como si fuera poco, se suman en la lista a los “insurgentes” terroristas que mantuvieron combates con el Ejército norteamericano en la ciudad de Falluja y Samarra, y a los combates producidos con los “militantes” de Al-Qaeda (siempre entre comillas desde IBC) suman casi 800. Por lo que 7.350 víctimas es más, de hecho, es mucho más que lo realmente producido a causa del daño colateral de la contienda. Pero mantengamos esta cifra para hacer un recuento:
Recordemos mis anteriores artículos sobre Irak. En Los muertos de Saddam Hussein, la suma de víctimas bajo el régimen del dictador iraquí alcanzó una cifra de 1.460.000, es decir, casi un millón y medio, gracias a la ayuda de algunos de los grandes. Pero tras comprobar una de las fuentes citadas, la de civiles desaparecidos a lo largo del régimen, que en mi primera anotación databa en cien mil, número erróneo ya que solo daba los datos de una zona determinada del país, al Norte. Pude agregarle un cero más en el artículo en que recordaba los vínculos entre Hussein y la ONU, transformando cien mil en un millón. Un millón de desaparecidos bajo las sombras del régimen. Aquí no agrego a los que han muerto en hospitales, aunque sí a los delincuentes, a quienes les cortaban los brazos y manos por cometer delitos menores. Pero en su mayoría, los datos simplemente dan el número de civiles que han sido asesinados por el régimen en sus guerras expansionistas (podríamos, si así lo deseamos, utilizar el término imperialistas) y en sus genocidios a otras etnias, como la kurda y la chiíta. Por lo que la suma final de muertos de Hussein podría rondar los dos millones trescientos sesenta mil.
Usando como referencia esta cifra y manteniendo el número de víctimas que ha causado EE.UU. dada por IBC, el cual es erróneo, habrían sido necesarias algo más de 321 guerras y postguerras de Irak para igualar a los muertos de Hussein. Tal vez unas 350, si redujésemos ese número ante la variación, que es descomunal.
Hussein, por su parte, continuaba matando durante sus últimos meses en el poder, de eso tengo vídeos en mi primer artículo. Por lo que esa cifra, de no haberse producido la guerra en 2003, sino el año pasado o este año, indudablemente habría aumentado.
El artículo de The Lancet fue publicado tres días antes de las elecciones estadounidenses y la propagación fue inmediata. Además, el partido Demócrata ha utilizado en varias ocasiones las publicaciones de The Lancet contra el gobierno de Bush (como hicieron en el caso del aumento de infectados, según Lancet, por el virus del sida en EE.UU. el año pasado).
Recordemos, lo digo siempre, que por más que se intente, en cualquier guerra, el daño colateral lamentablemente no se puede evitar al cien por cien. El genocidio, las dictaduras y los regímenes expansionistas, sí se pueden evitar, se deben eliminar. Sobretodo cuando yacen millones de víctimas a sus pies, ante nuestros ojos. No podemos anteponer la paz absoluta a la libertad. No son términos compatibles: sin libertad, nunca, bajo ningún concepto, habrá paz en el mundo. Y el apaciguamiento siempre trae consigo las mismas consecuencias.
A la muchedumbre le gusta compara al Presidente Bush con Adolf Hitler. De hecho, han creado vínculos ficticios entre la familia Bush y el Nacional Socialismo Alemán. Los que no son ficticios son los vínculos que hubo entre Jairallah, tío de Hussein, y el partido Nazi. Ahora me gustaría saber a mi ¿qué tiene Bush de Nazi? Porque yo sé qué tiene Hussein de Nazi. Todos lo sabemos, así no todos lo digamos. Saddam Hussein invadió a sus países vecinos matando a millones de personas, al igual que Hitler, Saddam Hussein intentó exterminar a las etnias kurda y chiíta, al igual que hizo Hitler con los judíos y los gitanos de Europa. Lo hizo de la misma manera: los gaseó. Hussein acabó con las libertades de su pueblo y de sus pueblos vecinos. Si hay algo que vincule a los Estados Unidos con todo esto, es que en las dos ocasiones América actuó y en las dos ocasiones América sacó al tirano del poder. Y en las dos ocasiones, también, hubo apaciguamiento por parte de los gobiernos de Europa, hubo resistencia y hubo contrarios a la guerra entre la población civil. Esa es la realidad de los hechos. Se repite de nuevo y lamentablemente no todos hemos aprendido de nuestros errores.
La publicación, que según sus autores se basa en cifras conservadoras, data en cien mil las víctimas desde que se produjo la invasión aliada que derrocó al régimen de Saddam Hussein, o sea, desde marzo de 2003, hasta octubre, aproximadamente, de 2004.
Ahora bien, hay que tomar en cuenta varios aspectos previos para comprender mi anotación. Primero: que el estudio de Lancet es un fraude, además fácilmente comprobable, y eso es precisamente lo que intento demostrar aquí. Segundo: las cifras reales son muchísimo más bajas de lo que se cree. Tercero: de ser cierto, habrían sido necesarias unas 22 guerras y postguerras de Irak para igualar el número de víctimas que ha causado el régimen de Hussein; y de ser falso, que lo es, esta cifra se multiplicaría aún más y de una manera realmente vertiginosa.
El estudio de Lancet se basa en una proyección o estimación del número de víctimas que pudo producirse en un tiempo determinado, es decir, que sus autores no tienen datos sólidos en los que sustentar su hipótesis, porque las cifras oficiales, por muy elevadas que sean, nunca alcanzarán los cien mil muertos, ni se acercarán siquiera al número citado.
Es falso también que las víctimas de dicha proyección sean en su totalidad civiles. En una guerra moderna, con los medios armamentísticos de última tecnología, el daño colateral nunca superará al número de bajas de los combatientes enemigos. El daño colateral de la operación militar que derrocó a Hussein es el más bajo, porcentualmente hablando, que se ha producido en los conflictos bélicos de gran índole a lo largo de nuestra historia contemporánea. Y no es una cuestión de suerte. El Ejército estadounidense toma el evitar víctimas inocentes como principal punto de partida en la modernización del material bélico, y esa premisa es de dominio público.
The Lancet no ha sido la única organización contraria a la guerra de Irak que ha realizado estudios basados en el número de víctimas de la contienda. Existen organizaciones especialmente dedicadas a ello, y que además basan sus cifras en bases de datos reales, con fuentes de las que sustentarse tales como los medios de comunicación y las cifras oficiales del Estado iraquí.
La más famosa de ellas es Iraq Body Count, que desde marzo de 2003 ha ido sumando todas las muertes violentas que se han producido dentro Irak en una base de datos donde se da la fuente consultada, la fecha y las circunstancias de la muerte. Su actualización es diaria y está vinculada desde miles de sitios webs.
Revisé las 24 páginas que conforman la base de datos de Iraq Body Count, comprobando cuales eran las causas de las muertes. Un 60% (aprox.) se han producido a consecuencia del terrorismo islámico y la llamada resistencia iraquí. Las demás se atribuyen a la acción militar directa del Ejército norteamericano. Según IBC, el Ejército de EE.UU. ha eliminado a cerca de 7.350 personas inocentes desde que se produjo la invasión hasta hoy. Cifra aún imprecisa, lo cual explicaré más adelante.
Hasta hoy también, hay un mínimo de 15.475 y un máximo de 17.703 víctimas desde la invasión de Irak. Cifra muy lejana a la que publica The Lancet. Tiene, además, una variación de 2.300 personas ya que los medios citados en ocasiones entran en contradicción, como es de esperar. Esta semana, por ejemplo, ha habido ocho coches bomba en todo Irak, una gran parte de ellos con piloto suicida (que también se agrega a la base de datos en función de víctima) por los que han muerto unas 50 personas inocentes. Cabe destacar que la violencia ha aumentado en el último mes raudamente ya que se acercan las elecciones democráticas el día 30. Además, IBC incluye en su base de datos a las víctimas de las deficiencias sanitarias del país, del mal funcionamiento de los hospitales públicos y las víctimas que han padecido incumpliendo la ley, es decir, los delincuentes; ligando dichas circunstancias, por lo tanto, al invasor norteamericano.
Cuando se observa la base de datos de mayor a menor en cuanto al número de víctimas, comenzamos con 19 hospitales de Bagdad a lo largo del mes de la contienda, en los que la cifra ronda entre las 1492 y las 2009. No se dan las causas de la muerte ni las circunstancias. En suma, son unas 5500 las de hospitales y morgues, que además de presentar una variación alarmante, no se restan a las sumas individuales, por lo que podrían estar repetidas. Como si fuera poco, se suman en la lista a los “insurgentes” terroristas que mantuvieron combates con el Ejército norteamericano en la ciudad de Falluja y Samarra, y a los combates producidos con los “militantes” de Al-Qaeda (siempre entre comillas desde IBC) suman casi 800. Por lo que 7.350 víctimas es más, de hecho, es mucho más que lo realmente producido a causa del daño colateral de la contienda. Pero mantengamos esta cifra para hacer un recuento:
Recordemos mis anteriores artículos sobre Irak. En Los muertos de Saddam Hussein, la suma de víctimas bajo el régimen del dictador iraquí alcanzó una cifra de 1.460.000, es decir, casi un millón y medio, gracias a la ayuda de algunos de los grandes. Pero tras comprobar una de las fuentes citadas, la de civiles desaparecidos a lo largo del régimen, que en mi primera anotación databa en cien mil, número erróneo ya que solo daba los datos de una zona determinada del país, al Norte. Pude agregarle un cero más en el artículo en que recordaba los vínculos entre Hussein y la ONU, transformando cien mil en un millón. Un millón de desaparecidos bajo las sombras del régimen. Aquí no agrego a los que han muerto en hospitales, aunque sí a los delincuentes, a quienes les cortaban los brazos y manos por cometer delitos menores. Pero en su mayoría, los datos simplemente dan el número de civiles que han sido asesinados por el régimen en sus guerras expansionistas (podríamos, si así lo deseamos, utilizar el término imperialistas) y en sus genocidios a otras etnias, como la kurda y la chiíta. Por lo que la suma final de muertos de Hussein podría rondar los dos millones trescientos sesenta mil.
Usando como referencia esta cifra y manteniendo el número de víctimas que ha causado EE.UU. dada por IBC, el cual es erróneo, habrían sido necesarias algo más de 321 guerras y postguerras de Irak para igualar a los muertos de Hussein. Tal vez unas 350, si redujésemos ese número ante la variación, que es descomunal.
Hussein, por su parte, continuaba matando durante sus últimos meses en el poder, de eso tengo vídeos en mi primer artículo. Por lo que esa cifra, de no haberse producido la guerra en 2003, sino el año pasado o este año, indudablemente habría aumentado.
El artículo de The Lancet fue publicado tres días antes de las elecciones estadounidenses y la propagación fue inmediata. Además, el partido Demócrata ha utilizado en varias ocasiones las publicaciones de The Lancet contra el gobierno de Bush (como hicieron en el caso del aumento de infectados, según Lancet, por el virus del sida en EE.UU. el año pasado).
Recordemos, lo digo siempre, que por más que se intente, en cualquier guerra, el daño colateral lamentablemente no se puede evitar al cien por cien. El genocidio, las dictaduras y los regímenes expansionistas, sí se pueden evitar, se deben eliminar. Sobretodo cuando yacen millones de víctimas a sus pies, ante nuestros ojos. No podemos anteponer la paz absoluta a la libertad. No son términos compatibles: sin libertad, nunca, bajo ningún concepto, habrá paz en el mundo. Y el apaciguamiento siempre trae consigo las mismas consecuencias.
A la muchedumbre le gusta compara al Presidente Bush con Adolf Hitler. De hecho, han creado vínculos ficticios entre la familia Bush y el Nacional Socialismo Alemán. Los que no son ficticios son los vínculos que hubo entre Jairallah, tío de Hussein, y el partido Nazi. Ahora me gustaría saber a mi ¿qué tiene Bush de Nazi? Porque yo sé qué tiene Hussein de Nazi. Todos lo sabemos, así no todos lo digamos. Saddam Hussein invadió a sus países vecinos matando a millones de personas, al igual que Hitler, Saddam Hussein intentó exterminar a las etnias kurda y chiíta, al igual que hizo Hitler con los judíos y los gitanos de Europa. Lo hizo de la misma manera: los gaseó. Hussein acabó con las libertades de su pueblo y de sus pueblos vecinos. Si hay algo que vincule a los Estados Unidos con todo esto, es que en las dos ocasiones América actuó y en las dos ocasiones América sacó al tirano del poder. Y en las dos ocasiones, también, hubo apaciguamiento por parte de los gobiernos de Europa, hubo resistencia y hubo contrarios a la guerra entre la población civil. Esa es la realidad de los hechos. Se repite de nuevo y lamentablemente no todos hemos aprendido de nuestros errores.
5 Comments:
Hombre claro. Yo me paso por tu blog varias veces por semana, y eso que lo descubrí por suerte. Gracias por vincularme y además de esa manera. Estamos hablando! y estoy a la orden para lo que sea, como siempre.
Saludos!
Te lo has currado!!!
Me paso la vida diciendo que el estudio de The Lancet es un fraude, pero no me hacen caso (tampoco les importa que sea mentira).
Tengo una pregunta, recientemente me encontré con un post de Johann Hari: http://www.johannhari.com/archive/article.php?id=378
Pone que según the Human Rights Centre, si no se hubiera invadido Irak, hubieran muerto 70.000 personas a manos de Saddam, sin ni siquiera contar los efectos de las sanciones!!! Sé que morían miles de personas cada año, pero es que esta cifra supera la que ha ocasionado la guerra! ¿Le das validez?
Y otra cosa, me he pasado horas y horas buscando fotos o alguna información de los "pacifistas" que se manifestaban para que EEUU no entrase en la 2ºGM ¿Tienes algún enlace o algo, sobre esto?
FDO: Robert
Robert,
Es posible que hubieran muerto 70.000 personas. No se exagera. Recuerda, por ejemplo, que en el genocidio de Halabja muerieron casi 10.000 en una misma mañana. Habría que ver la anotanción de Hari para captar la idea.
En cuanto a las fotos, mándame un mail con tu correo electrónico y si encuentro algo te lo mando. Yo también estaba buscando.
Un saludo,
Y gracias por leerme ;)
Oliver, en nombre de JJ.LL quiero agradecerte tu firma y la adhesión de tu blog a nuestra campaña.
Un saludo,
David.
No has entendido el estudio, no has entendido la estadística, y no sabes nada de epidemiología, que es la base del estudio. Empezando por el hecho que "The Lancet" no es una organización, sino una revista académica. La cifra de 100.000, de hecho, es erronea; el estudio da una horquilla enorme (de 8000 a 180.000, creo), ya que reconocen que no es preciso.
Por cierto, no es "muertos por la guerra". El estudio es una estimación de la MORTALIDAD ADICIONAL, ya que compara con la tasa de muertos "habitual" (represión de la dictadura incluida), no con cero muertos.
Las fechas de los muertos por Saddam primero son exageradas, y segundo, son durante muchos años de dictadura, no uno.
Realmente, no entiendes de lo que hablas.
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